CALP. El Ayuntamiento de Calp ha decidido resolver el contrato de las obras de reforma de la plaza Mayor, cuya adjudicataria fue la mercantil Serrano Aznar Obras Públicas, ante los retrasos y reiterados incumplimientos por parte de la empresa. La resolución del contrato conllevará la pérdida por parte de la empresa de la garantía definitiva.
A principios de marzo, el ayuntamiento adjudicó las obras de reforma de la emblemática plaza Mayor a Serrano Aznar Obras Públicas por un importe de 1.118.000 millones y un plazo de ejecución de ocho meses improrrogables. La mercantil debía haber iniciado las obras el 2 de mayo, de hecho llegó a instalar parcialmente las vallas perimetrales de seguridad. Sin embargo, hace unos días, antes de la firma de replanteo, la mercantil solicitó al Ayuntamiento la modificación del contrato, su suspensión temporal y la supresión de determinados capítulos sin menoscabo del presupuesto.
Ayer el Ayuntamiento remitió a la mercantil la resolución del contrato, atendiendo a la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, por demora injustificada en la comprobación del replanteo y por incumplir el contrato en plazo por causa imputable únicamente al contratista. Además se otorga a la empresa un plazo de diez días para que formule alegaciones.
Está previsto que la empresa inicie este mismo jueves la retirada de las vallas y el Ayuntamiento espera reabrir la plaza Mayor de manera inmediata para el disfrute de los vecinos mientras se inicia un nuevo pliego para contratar de nuevo las obras que puede demorarse meses.
Este proyecto de reforma de esta plaza supone un cambio para mejorar la funcionalidad de la Plaza Mayor del municipio, un gran espacio en el que se celebran la mayoría de actos culturales y festivos al aire libre y en cuyos bajos se encuentra un aparcamiento subterráneo. En el proyecto está previsto eliminar la fuente central y renovar la totalidad del pavimento que forma este espacio, además se construirá una cafetería y unos baños públicos.
Pero quizás la parte más importante es la instalación de unos toldos en la cubierta de 1.300 metros cuadrados que permitirán el desarrollo de los eventos y actos protegiendo al público del sol.