VALÈNCIA. CaixaBank (CABK) bajará la persiana de una docena de sucursales procedentes de Bankia (BKIA) en la Comunitat Valenciana el próximo 24 de enero, según ha podido saber este diario de fuentes bien informadas. La mayoría están ubicadas en el 'cap i casal' y corresponden a las otrora 'Oficinas Ágiles', que la entidad presidida entonces por José Ignacio Goirigolzarri puso en marcha de forma pionera en España durante el verano de 2013.
Este nuevo cierre se enmarca en el proceso de desapalancamiento de CABK, provocado por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en curso, que tiene su continuación con el de las 156 oficinas que pasaron a mejor vida el pasado 7 de diciembre, tal y como avanzó mes y medio antes Valencia Plaza. La entidad dirigida por Gonzalo Gortázar busca ubicar al personal y la clientela en sucursales próximas, más modernas, dotadas de más servicios, más plantilla y un asesoramiento más personalizado.
Diez de los próximos cierres en la Comunitat se ubican en la provincia valenciana. Se trata de las antiguas 'Oficinas Ágiles' de Bankia situadas en las calles de Pintor Sorolla -se mantiene la del mismo nombre, que corresponde a la antigua sede social de BKIA-, Nuevo Centro, Tres Forques, Conchita Piquer, Obispo Amigó y Santos Justo y Pastor; además de las normales ubicadas en Algirós y Gaspar Aguilar. En la provincia causarán baja dicho día 'Oficinas Ágiles' de Pérez Galdós en Alzira y la de Plaza Mayor de Paterna.
Por su parte, en Alicante hará lo propio la 'Oficina Ágil' de la calle Churruca; mientras que en Castellón serán dos las afectadas: por un lado, la del Rey Don Jaime de la capital de La Plana; y, por otro, la de la Plaza de la Vila de Vila-real. Unos movimientos dentro de la territorial de la entidad en la Comunitat Valenciana, cuya reorganización entró en vigor el pasado día de Año Nuevo como informó este diario un mes antes.
Las 'Oficinas Ágiles' respondían a un nuevo modelo de banca, que se extendió por todo el sector y en muchas de las entidades sigue en vigor, donde se limitaba la operativa por ventanilla a una franja horaria. En el caso de BKIA era hasta las once de la mañana -cierto es que abrían desde las ocho y cuarto de la mañana hasta las seis de la tarde, pero la caja cerraba a esa hora- por lo que los clientes tuvieron que acostumbrarse a dos parámetros: tener una sucursal a menos de 800 metros o que se encontrara una de otra a menos de 8 minutos andando.
Así nacieron estas sucursales, que trataban de dar una mayor agilidad a la operativa propia de la caja como transferencias, pago de recibos, impuestos, cobro de pensiones, reintegros de poca cuantía... Eran atendidas por una media de ocho empleados, con varios cajeros multifuncionales, y resultaban de un gran apoyo para la red comercial, dado que los empleados podían dedicarse más tiempo a los productos de valor mayor añadido.
Bankia llegó a contar con más de un centenar de 'Oficinas Ágiles' repartidas por todo el territorio nacional; pero tras la firma del ERE en curso entre CABK y los sindicados el pasado 1 de julio estas sucursales pioneras en el sector financiero español tenían fecha de caducidad, dado que lo que se impone en estos tiempos son los centros de transformación transaccional. De esta forma, el resto de 'Oficinas Ágiles' en España llevan el mismo camino que las que van a desaparecer en la Comunitat Valenciana el próximo 24 de enero. Ni que decir tiene que buena parte de los servicios que ofrecían aquellas se llevan a cabo actualmente a través de los cajeros automáticos, aplicaciones móviles o la propia web de CABK.
Mientras tanto salidas siguen las salidas voluntarias del banco domiciliado en València. Así, el pasado día uno fueron otros 2.700 empleados los que dejaron la entidad en la segunda ventana de salidas en el marco del proceso de ajuste de empleo. Conviene recordar que la primera ventana tuvo lugar el pasado uno de noviembre, cuando salieron los primeros 1.200 trabajadores acogidos al ERE. A estas 3.903 salidas voluntarias, representativas del 60,5% del total de bajas acordadas, se sumará una nueva tanda de desvinculaciones el próximo 1 de marzo. Así lo informó el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, el pasado 29 de octubre durante la presentación de los resultados del tercer trimestre de 2021.
Según desveló entonces el directivo, los planes del banco pasaban por haber ejecutado el 70% del ERE al cierre del primer trimestre de 2022. Ello supondría que alrededor de otros 600 empleados dejasen CaixaBank en marzo, si bien esta cifra se va definiendo y ajustando en cada momento y en función de la estrategia comercial y de negocio, por lo que todavía no ha sido confirmada. El texto del acuerdo firmado recoge que el plazo de ejecución de las medidas previstas se extiende hasta el 31 de diciembre de 2022.