ALICANTE. Lo sucedido tanto durante como a la finalización del duelo entre el Elche y el Real Betis de la noche del viernes va a tener serias consecuencias disciplinarias para el primero.
Tanto la Real Federación Española de Fútbol, a través de su Comité de Competición, como la Comisión Antiviolencia sancionarán los hechos que quedaron reflejados en el acta arbitral y en la del director de partido de LaLiga.
La primera es pública, obra del árbitro el pontedeumés Javier Iglesias Villanueva quien reflejó en ella que, por ejemplo, la roja que le costó la expulsión al mediocentro Pape Cheikh mientras estaba en el banquillo le fue mostrada por espetarle un "qué hijos de puta sois".
Además, hizo constar que en la tangana que se organizó en la entrada del túnel de vestuarios a la finalización del choque, en la que participaron (solo verbalmente) algunos integrantes de ambos banquillos y del 'staff' del Elche, algunas de las mayores salidas de tono las protagonizaron precisamente el secretario técnico franjiverde Sergio Mantecón y el director de operaciones del club Pedro Schinocca. Iglesias Villanueva recogió en el acta que el primero se dirigió a su asistente Jorge Bueno "en repetidas ocasiones" y "teniendo que ser sujetado por varios miembros del Cuerpo Nacional de Policía" en los siguientes términos: "Sois unos sinvergüenzas, hijos de puta". El árbitro pontedeumés hizo constar en el acta que Mantecón fue identificado por los funcionarios policiales a petición suya, como también a Schinocca al que le adjudicaba la siguiente frase: "Te estoy grabando hijo de puta" mientras le acercaba su teléfono móvil a la cara.
El árbitro también recogió en el acta que el propietario de la entidad Christian Bragarnik se dirigió "al equipo arbitral" en la puerta de su vestuario en los siguientes términos: "No vais a salir de aquí".
El Comité de Competición se pronunciará el próximo miércoles sobre todo lo anterior: a Pape Cheikh le van a caer varios partidos de suspensión y para el Elche, Mantecón, Schinocca y Bragarnik se esperan sanciones pecuniarias, aunque no está claro que estas se vayan a publicitar. Antes, LaLiga habrá remitido su habitual escrito de denuncia al citado órgano federativo, pero probablemente también un segundo a la Comisión Antiviolencia haciendo constar, por ejemplo, cuestiones como los cánticos de "invasión" que profirió una parte de la grada, la caída de algún objeto e incluso que saltara algún espectador al terreno de juego (aunque no con ánimo de agredir a nadie y sí de llevarse un recuerdo de alguno de sus ídolos, como ocurrió con un aficionado visitante al que la Policía retuvo primero e identificó después).
La actuación de Iglesias Villanueva y de su colega en el videoarbitraje, el oscense Santiago Jaime Latre, fue tan discutida por la grada del estadio Martínez Valero que durante varios momentos del choque se coreó unánimemente el cántico de "corrupción en la Federación". Los tres penaltis señalados a favor del Betis y las otras tantas expulsiones de futbolistas franjiverdes, especialmente la de Magallán (por el fondo y por la forma), que a la postre resultó ser la más decisiva, enervaron los ánimos.
A los momentos de tensión vividos por los protagonistas sobre el verde y en la bocana del túnel de vestuarios le siguieron otros en las entrañas del estadio, a cuenta de la celebración de la victoria por parte de integrantes de la expedición del Betis, no llegando a mayores la situación gracias a la intervención de la Policía.
Precisamente fue entonces cuando desde la cuenta oficial del Elche en la red social Twitter se publicaba un mensaje en el que se decía "queremos ser tratados con igualdad y con respeto [...] ni más ni menos que al resto. Somos un club histórico y centenario. Es lo mínimo que merecemos".
Por cierto, minutos después de las cero horas del sábado el cuerpo arbitral abandonaba en sus respetivos coches y acompañado por la Policía el coliseo franjiverde entre gritos de medio centenar de aficionados del Elche que permanecían aún junto a la puerta cero.
