VALÈNCIA. Muchas empresas y autónomos que solicitaron los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) que puso en marcha el Gobierno en marzo de 2020 para mitigar el impacto el Covid-19 deben empezar en breve a amortizar los créditos recibidos.
Están a punto de cumplirse los dos años máximos de carencia (periodo en el que solo se pagan los intereses y no el principal del préstamo) sin que algunas actividades hayan recuperado del todo la normalidad previa a la crisis sanitaria. Aunque las entidades esperan un buen comportamiento de la cartera avalada, es posible que haya casos en los que no se puedan afrontar los pagos.
De cómo sufren las empresas el endurecimiento de la financiación bancaria y los motivos por los que no pueden devolver los créditos ICO, hablamos con Gonzalo Boronat, Director General de GB Consultores.