Benidorm trabaja para abrir sus playas antes del fin del desconfinamiento controlando el aforo

BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm está trabajando en un proyecto que les permita abrir sus playas antes de julio. Así lo explicó a este diario el alcalde, Toni Pérez. Según los tiempos marcados por el gobierno de Pedro Sánchez para el desconfinamiento, la última fase terminaría el 21 de junio, momento en el que pretenden estar ya con sus arenales abiertos con las medidas sanitarias que prevean a nivel nacional.

Una de las ideas que están sobre la mesa pasa por controlar el aforo para que se pueda garantizar la distancia social. Así, estudian dividir la playa en diferentes sectores que permitan precisamente evitar contagios marcando un espacio suficiente entre el número de personas que se admitan para aquel entonces. Cabe destacar que las playas reúnen a unas 40.000 personas en los días con más afluencia: 25.000 en Levante (donde más alojamiento turístico hay) y 15.000 en Poniente, siendo más amplias que las primeras.

El primer edil recuerda que las diferentes etapas del desconfinamiento elaborado por el gobierno central permite que en la fase 1 se puedan reunir en la misma casa hasta 10 personas, sin tener en cuenta las dimensiones del hogar, pero sí guardando la distancia. Algo que despista en la toma de decisiones, según Pérez.

Con todo, lo que sí que ha descartado Benidorm es la instalación de mamparas que divida estas parcelas. El calor, sumado a que este elemento impediría disfrutar de la brisa al que está dentro, fueron factores suficientes para desechar esta idea que, además, no concede buenas prácticas para su higiene de un día para otro.

Cerradas desde el estado de alarma

Las playas de Benidorm permanecen cerradas desde que se decretó el estado de alarma. Aunque algunos municipios cercanos las han abierto, en la ciudad de los rascacielos siguen clausuradas. Pérez señaló que una de las características con las que tiene que contar Benidorm es que la extensión de sus dos playas más grandes son urbanas, y por tanto, cercanas a un gran núcleo poblacional y que entrarían dentro del radio de 1Km.

El alcalde calcula que se podrían haber congregado en los arenales 10.000 niños con sus respectivos progenitores. Algo que en la primera semana han preferido evitar. Si bien es cierto que otras zonas como la Cala de Benidorm podrían tener menos densidad, no conciben que en unas se pueda levantar el veto y en otras no.

Lo que sí que han permitido este mismo lunes es la práctica de deporte y paseos en el Parque de la Séquia Mare y en el Parque de Elche. Además, han habilitado unos accesos en la playa del Mal Pas para los nadadores federados.