BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm junto a la patronal hotelera Hosbec y Visit Benidorm se reunieron este jueves con el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés Verelst. El encuentro, por vía telemática, sirvió para presentar el proyecto Benidorm Island, con el que pretenden conseguir un corredor seguro para la ciudad, que tiene una incidencia de contagios inferior a la media española, de 42,20 por cada 100.000 habitantes. Una cifra que se obtiene de los casos positivos de los últimos 14 días por el número de empadronados (casi 69.000), y no de la población real de la ciudad, que podría llegar a los 100.000 habitantes, y por tanto, ser una media más baja que la oficial.
La conferencia sirvió una vez más para presionar sobre este corredor seguro, que permitiría dar oxígeno a los empresarios de la localidad, fuertemente vinculada al turismo. El sector ha sido uno de los más castigados por las restricciones impuestas para evitar contagios, ya que se nutre de la movilidad de las personas. El gobierno central parece por la labor, pero todo quedará en manos de los mercados europeos.
Las Islas Canarias han conseguido que Alemania, uno de sus mercados más potentes, les saque como destino de riesgo para viajar. Todo ello después de que esté por debajo de 50 casos por 100.000 habitantes. Un dato que también cumple la ciudad de Benidorm. Pero con un inconveniente, están en la península, y se presupone una facilidad de movilidad que no tiene el archipiélago.
Sin embargo, como ya explicara el Consistorio en su momento cuando presentó su plan, defendió que los turistas que recalan en la ciudad se aíslan y pasan sus días de vacaciones en el municipio a modo de resort, sin traslados a otros destinos cercanos. El proyecto quiere demostrar que puede ser un viaje seguro para ambas partes. Para ello, destacan los tests rápidos en aeropuerto, medidas sanitarias y de higiene en los alojamientos así como en los establecimientos comerciales y de hostelería.
Todo ello complementado con un Hospitality Team para el seguimiento del estado de salud de los turistas antes, durante y después de su viaje. Otra de las medidas de la ciudad es que cuenta con un hotel reservado para los posibles contagiados que quedarían aislados.
Con el claro objetivo de reblandecer las medidas de Reino Unido, donde tiene la mitad de su mercado Benidorm, trataron de analizar las posibilidades de conseguir esta exención. Una particularidad que parecen ver desde el gobierno de Pedro Sánchez. Hay que recordar que la ministra de Turismo, Reyes Maroto, afirmaba este miércoles que había que estudiar la ampliación de los corredores seguros a los destinos con baja incidencia en la península.
Esto lo mencionaba días después de llegar a un acuerdo con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para tratar de que la Comunitat Valenciana quede excluida como zona de riesgo para el viaje en los países europeos, toda vez que la región era una de las que menos incidencia del virus tenía en comparación al resto de España. En este caso, pusieron de ejemplo el proyecto de Benidorm como un plan que se podría extrapolar al resto de destinos valencianos.
La reunión por parte de Benidorm la conformaba el alcalde de la ciudad, Toni Pérez; la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes; y la gerente de Visit Benidorm, Leire Bilbao. Esta última destacó la importancia de que los mercados sean los que terminen aceptando la singularidad de la ciudad para abrirse a nuevas opciones más allá de las islas.
La negociación final, explicaron desde el Consistorio, la acometerán los ministerios de Turismo, Asuntos Exteriores y Sanidad con sus equivalentes de países terceros; Reino Unido en el caso de Benidorm.
La tarea que tienen por delante no llega en el mejor momento. El país podría enfrentarse a un nuevo estado de alarma para que las comunidades autónomas puedan aplicar un toque de queda que evite que las personas puedan transitar por la calle a ciertas horas del día. Los contagios también siguen creciendo, y ahora el miedo no solo está en lo que está pasando en España, sino que el resto de naciones europeas también están restringiendo la movilidad de sus ciudadanos para frenar el ritmo de contagios que se ha acelerado los últimos días.