BENIDORM. "El objetivo principal de este Código es el de preservar el espacio público como un lugar de convivencia y civismo, en el que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades de libre circulación, de ocio, de encuentro y de recreo, con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de los demás y a la pluralidad de expresiones y de formas de vida diversas existentes en Benidorm", así empieza el Código de convivencia ciudadana en el espacio público de Benidorm.
Se trata de un documento, aún en borrador, que ha redactado el Ayuntamiento de Benidorm y que recoge todas las normas, la mayoría de ellas ya existentes, para el "buen comportamiento" de los transeúntes. Una iniciativa que viene a petición de Ciudadanos, condición que puso para el presupuesto de 2017 y que esta última semana ha puesto sobre la mesa el Ayuntamiento de Benidorm.
De nuevo, el Consistorio se vuelve a meter de lleno en el asunto de la mendicidad. En esta ocasión, recoge lo que ya viene de la legislatura anterior: "erradicar la mendicidad" como uno de sus objetivos.
Según explica el texto, "tiende a proteger a las personas que están en Benidorm frente a conductas que adoptan formas de mendicidad insistente, intrusiva o agresiva, así como organizada, sea ésta directa o encubierta bajo prestación de pequeños servicios no solicitados, o cualquier otra fórmula equivalente, así como frente a cualquier otra forma de mendicidad que, directa o indirectamente, utilice a menores como reclamo o éstos acompañen a la persona que ejerce esa actividad".
En aquellos casos de conductas que "adoptan formas de mendicidad no previstas en los apartados anteriores, y que tengan raíz social, los agentes de la autoridad, contactarán con los servicios sociales al efecto de que sean éstos los que conduzcan a aquellas personas que las ejerzan a los servicios sociales de atención primaria, con la finalidad de asistirlas, si fuera necesario", recoge el borrador del Código al que ha tenido acceso este diario.
Asimismo, contempla sanciones para este tipo de prácticas. En primer lugar, por obstaculizar el paso, y la sanción vendría después del aviso y que la persona en cuestión se negara a abandonar el lugar.
En todo caso, estas sanciones podrán ser sustituidas, de acuerdo con la legislación, por sesiones de atención individualizada con los servicios sociales o por cursos en los que se informará a las personas afectadas de las posibilidades de que las instituciones públicas y privadas les ofrezcan apoyo y asistencia social, así como se les prestará la ayuda que sea necesaria.
El documento además recoge que queda igualmente prohibido el ofrecimiento de cualquier bien o servicio apersonas que se encuentren en el interior de vehículos privados o públicos. Se considerarán incluidos en este supuesto, entre otros comportamientos, la limpieza de los parabrisas de los automóviles detenidos en los semáforos o en la vía pública así como el ofrecimiento de cualquier objeto.
El artículo 42 del Código de buen comportamiento en su primer apartado incluye que el Ayuntamiento de Benidorm velará por que no se consuman bebidas alcohólicas en los espacios públicos. El segundo especifica que está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en los espacios públicos cuando pueda causar molestias o se haga en envases de cristal o de lata. Eso sí, siempre y cuando no tengan autorización para ello.
En relación a las multitudes que se crean en la llamada "zona guiri", prohíben además su consumo en situaciones que se pueda hacer de forma masiva por grupos de ciudadanos o invite a la aglomeración de éstos.
Además, en el camino de lo anterior, también incluye su prohibición cuando provoque el deterioro de la tranquilidad del entorno, cuando su "consumo se exteriorice en forma denigrante para los viandantes o demás usuarios de los espacios públicos" o si se realiza en lugares que se caractericen por la afluencia de menores o la presencia de niños y niñas y adolescentes.
Otro de los problemas, también enfocados en la zona más lúdica de Benidorm, el Rincón de Loix, proviene de la supuesta prostitución que esconde robos a turistas pasados de copas, además de los ofrecimientos sexuales en vía pública a ojos de menores. En este sentido, se prohíbe ofrecer, solicitar, negociar o aceptar, directa o indirectamente, servicios sexuales retribuidos en el espacio público cuando estas prácticas excluyan o limiten la compatibilidad de los diferentes usos del espacio público.
De igual manera, el Ayuntamiento de Benidorm, a través de los servicios sociales competentes, prestará información y ayuda a todas aquellas personas que ejerzan el trabajo sexual en la ciudad y quieran abandonar su ejercicio.
Otra de las numerosas quejas que tienen tanto turistas como vecinos de Benidorm provienen del trile. Una práctica muy extendida durante el verano en la avenida Mediterráneo, así como en diferentes calles del Rincón de Loix. Para ello, el Código de buenas prácticas también incluye su prohibición, y le aplica una sanción, aún indeterminada, pero considerada de infracción grave.
En su momento, Ciudadanos reclamó una ordenanza cívica tras los escándalos que se viven en temporada alta en la zona del Rincón de Loix, donde los turistas suelen sobrepasar algunos códigos que recoge este documento. Aún así, y a la espera de que esté el definitivo, el edil de Ciudadanos, Juan Balastegui, dijo que a simple vista "la vemos con muchas deficiencias que no van a solucionar los problemas importantes que tiene la ciudad".