BENIDORM. Otra consecuencia más de no tener a tiempo la adjudicación del nuevo contrato de servicio de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos. El Ayuntamiento de Benidorm ha optado por sacar a licitación la autorización para los contenedores de recogida de ropa usada. El actual llevaba desde 2019 caducado con la intención de incorporarlo a la megacontrata. Sin embargo, los plazos se han dilatado hasta el punto de no esperar y recurrir a un nuevo contrato externo.
Y no es la primera vez que ocurre, tal y como ha venido contando este diario, el Consistorio ha licitado ya varios servicios que debían estar incluidos en el pliego de la limpieza y recogida de basura. La semana pasada lo hacían con la adquisición de papeleras y hace un mes recurrieron al mismo método para los nuevos sistemas de recogidas separadas por riesgo a perder una subvención.
De este modo, el Ayuntamiento saca por un año, con posibilidad de prorroga de otros tres, la autorización patrimonial de uso común especial normal para ocupar la vía pública con contenedores de ropa y calzado. Con ello se establecerá un servicio de recogida en régimen de exclusividad con contenedores específicos. El funcionamiento requerido es el de depósito de todo tipo de prendas de vestir; ropa de hogar en general, como mantas, sábanas, edredones, colchas, cortinas, toallas, etc.; calzado; y complementos diversos, como cinturones, corbatas, tirantes, bufandas, guantes, bolsos, carteras, etc. Se hará sin ninguna limitación de horarios y todos los días de la semana.
El adjudicatario tendrá un pago obligado de 700 euros por contenedor y año como contraprestación por el uso privativo del dominio público con estos contenedores. Habrá una cantidad máxima de 28.000 euros anuales, que por cuatro años, ascenderá hasta los 112.000 euros.
A su vez, realizará los trabajos de explotación, mantenimiento y conservación de los mismos, que serán un mínimo de 40 en toda la población en ubicaciones que determine el Ayuntamiento. De igual forma, quedará establecido un diseño que impida la introducción de otros residuos no permitidos, su manipulación desde el exterior y el acceso a personas en su interior. "Para ello, dispondrá de un sistema anti-retorno de la noria, así como una plancha interior antirrobo".
Según figura en los pliegos, firmados el 7 y 24 de octubre, uno de los "objetivos primordiales" del Consistorio, es "fomentar" las actuaciones tendentes a la "mejora de la gestión del medio ambiente" del municipio "entre las que se encuentra la recogida selectiva de residuos susceptibles de valoración, cuya gestión no diferenciada puede ser causa de perjuicio". Por otro lado, destacan que su reciclaje "genera beneficios ambientales" como la potenciación de la conservación del medio ambiente y una "mayor reutilización de tejidos y ropas".
En este caso, el informe de la Concejalía de Contratación en respuesta al PSOE, reseñaba que el anterior contrato se firmó en 2015 y terminó en 2019. En 2020 apostaron por incluirlo en la megacontrata "con el fin de lograr que las áreas de contenedores de pendieran de una única empresa responsable de su orden y limpieza". Pero una vez han transcurrido cuatro años desde que se inició el procedimiento "con todas las vicisitudes procedimentales que todos conocemos", recuerda el técnico municipal, han dado inicio a esta nueva autorización desde abril de 2024.
Como ha venido contando este diario, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) anuló el pliego del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos sólidos urbanos en base a un recurso interpuesto por los concejales socialistas. El organismo estimó cinco de los seis puntos expuestos que se regían por los reparos de Intervención. Dada la situación, el gobierno local optó por suspender el expediente para rehacer el pliego para adaptarlo a las indicaciones de la resolución.