BENIDORM. El Ayuntamiento de Benidorm ha apostado por la mejora de la impulsión de aguas residuales hacia la depuradora. Una actuación que ha supuesto una inversión de 1.511.570,91 euros y que incluye una serie de trabajos en la instalación eléctrica y los sistemas de telemando. Este viernes el Consistorio ha dado por terminada la actuación que se ha desarrollado en la avenida Severo Ochoa, a la altura de la calle Nápoles, y que ha servido para poner en marcha la segunda línea de impulsión de aguas residuales hacia la depuradora de Sierra Helada.
Para comprobar el estado final de la actuación se ha desplazado hasta la zona la campaña ‘A pie de calle’, con la concejal de Participación Ciudadana, Ana Pellicer, el de Ciclo del Agua, José Ramón González de Zárate, y el de Espacio Público, Francis Muñoz. También ha acudido el vicepresidente del Consejo Vecinal, Antonio Zamora, y algunos vecinos.
Tal y como ha mencionado el Ayuntamiento a través de un comunicado, la intervención ha sido ejecutada por Hidraqua con cargo a los fondos de inversión y ha consistido en la instalación de 341 metros de tubería de fundición integral recubierta de poliuretano, así como la renovación de los equipos electromecánicos de las estaciones de bombeo de aguas residuales de Severo Ochoa y Sierra Helada mediante la instalación de siete nuevas bombas de aguas residuales (cuatro en Severo Ochoa y tres en Sierra Helada) capaces de impulsar conjuntamente cada estación un caudal máximo de 590 litros/segundo.
Además, se ha renovado toda la instalación eléctrica y los sistemas de telemando de ambas estaciones con objeto de mejorar la eficiencia energética, el funcionamiento y la explotación de la instalación.
“Con la obra que se ha realizado se consigue dar solución a las continuas roturas y averías que han ido sufriendo históricamente las instalaciones y que provocaban que esta segunda línea de bombeo tuviera que estar mucho tiempo parada” ha explicado González de Zárate. Ello suponía que todos los caudales generados en la ciudad tenían que ser bombeados a través de la línea general “que ha tenido que estar funcionando al límite de su capacidad, con el riesgo de producirse vertidos puntuales de aguas residuales al mar y los consiguientes efectos insalubres y de contaminación del medio natural que ello pudiera conllevar. Ahora tenemos dos líneas de impulsión con plenas garantías de funcionamiento”.
Con la puesta en marcha de estas nuevas instalaciones se da inicio a la fase de explotación y conservación y se vuelve a habilitar una de las arterias principales vitales en la gestión de las aguas residuales de la localidad. González de Zárate ha apuntado en ese sentido que “así se libera de carga la línea principal, lo cual es de mucha importancia porque a principios del próximo año está previsto acometer actuaciones de mejora en la línea principal por parte de la EPSAR”. Unas obras que, según precisaba el edil, “limitarán la capacidad de bombeo mientras se ejecutan”.
González de Zárate ha calificado de “fundamental” la actuación porque al tener solo una línea de impulsión en lugar de dos, cuando había una avería las aguas residuales terminaban en el mar. “Eso es lo que hemos evitado. Son obras de las que no se ven porque quedan enterradas, pero que son necesarias” ha agregado. Ahora proseguirán las obras en el entorno de Severo Ochoa a nivel superficial con trabajos de mejora de la accesibilidad y movilidad y reposición del pavimento afectado.
Por otra parte, y como actuación de mejora, el proyecto incluye la construcción de una nueva rotonda en la intersección del Camí dels Torrers con Severo Ochoa, a la altura de la conocida como ‘Curva de El Niño’.