BENIDORM. El próximo lunes 17 de octubre darán inicio los trabajos para completar las mejoras en la red de agua potable y alcantarillado de las calle Sella, Orxeta, La Nucía y su confluencia con la calle Callosa. Unos trabajos que se retoman después de que en marzo pasado se iniciaran por parte de los servicios técnicos municipales en lo relativo a la pavimentación y por una empresa adjudicataria, que entró en concurso de acreedores y obligó a detener la obra antes de verano.
Una vez resuelto el concurso de acreedores y ya con una nueva empresa al frente de los trabajos, que son financiados por Hidraqua, la concesionaria de la Gestión Integral del Agua, con cargo al Fondo de Inversión, se retoman las obras que afectarán en mayor medida a la parte baja de las calles citadas.
Así, a partir del lunes, ha explicado el concejal de Espacio Público, José Ramón González de Zárate, “se rematará lo que queda pendiente de hormigonar en estos puntos y se procederá a renovar la red de agua potable y refuerzo del alcantarillado”.
Además, se pavimentará todas las aceras con material antideslizante “para evitar resbalones que se producían con bastante frecuencia en episodios de lluvia debido a la inclinación de las vías”. Igualmente se colocará arbolado a lo largo de las calles.
El edil ha recordado asimismo que en las calles objeto de la actuación se ha cambiado todo el alumbrado con cargo al programa financiado del IDAE. “La mejora en escena urbana y accesibilidad es espectacular” ha señalado González de Zárate. Unas mejoras que llegarán también al mobiliario urbano con la colocación de bolardos, bancos y papeleras “y el arbolado que ya está colocando la empresa concesionaria de Parques y Jardines”.
“Lo cierto es que esta intervención resolverá problemas actuales como la existencia de tuberías de fibrocemento en las conducciones de agua potable, las conexiones de las red de pluviales con el colector del barranco de l’Aigüera y la renovación de la conducción del alcantarillado, que está muy deteriorado y transita debajo de una acera y que ahora será trasladado a la calzada” ha explicado el concejal.
Las actuaciones en las aceras cumplirán igualmente con la normativa de accesibilidad universal, de modo que las calles contarán con aceras más anchas y barandillas normalizadas para beneficio del tránsito peatonal.
Las obras tienen un plazo de ejecución de tres meses, por lo que “a finales de año o primeros de enero estarán terminadas” ha dicho el edil, que insistía en que una vez finalizadas “estará renovado por completo el agua potable, alcantarillado, pluviales, arbolado, escena urbana y alumbrado público, es decir, un cambio importantísimo en este barrio”.