BENIDORM (EFE). El TM Benidorm recibe este sábado (18:30 horas) al REBI Cuenca con la intención de ganar solidez como local, ya que sólo ha vencido en un partido esta temporada como anfitrión pero lo hará en la vecina localidad de Altea al estar su pabellón ocupado.
El conjunto de Sergio Carballeira buscará romper esta mala racha fuera de su hábitat natural, ya que el partido se disputará en el Pabellón Garganes de la vecina localidad de Altea al ser el Palau sede de un torneo internacional de dardos.
El TM Benidorm llega al partido revitalizado en su autoestima al romper en Puente Genil una mala racha de resultados. Lo hizo además en un partido que le permitió lograr la mayor anotación de su historia (39 goles) en la Asobal.
Carballeira no podrá contar con el pivote argentino Lucas Moscariello, cedido durante dos semanas al Qadsia SC de Kuwait para jugar la copa de Campeones de clubs de Asia. Pablo ‘Colo Vanstein’ es duda por unas molestias físicas que sufre desde los pasados Juegos Panamericanos.
El partido es uno de los más esperados por la afición local, ya que con el conjunto conquense hay una gran rivalidad deportiva y existen unas excelentes relaciones entre clubes.
El REBI Balonmano Cuenca llega a Altea un punto por detrás en la clasificación y con importantes bajas, pero tras un mal arranque de temporada en las últimas semanas ha recuperado su nivel de juego.
"Para nosotros es un partido súper importante. Hemos cortado la mala racha y el equipo está con confianza", afirmó Carballeira, quien reconoció que el TM Benidorm tiene "un debe" en los partidos como local tras haber sumado 7 de sus 12 puntos a domicilio.
"Es algo que tenemos que comenzar a pulir. Ahora tenemos dos partidos en casa y vamos a por el primero. Cuenca no llega en su mejor momento, porque tiene muchas bajas y vienen de jugar en Europa, pero es un equipo súper competitivo", incidió el entrenador gallego.
"Tenemos que hacer el mejor partido posible para ganar", añadió el técnico, quien pidió a los aficionados que se desplacen a Altea para hacer del pabellón "una olla a presión" y poder sumar dos puntos para consolidar al equipo "en la zona media-alta".