MADRID (EP). BBVA Research ha elevado del 1,5% al 2,1% sus estimaciones para el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) español este año 2024, gracias al dinamismo del consumo privado y las exportaciones, apoyados por la inmigración y las ganancias de competitividad.
En la presentación del informe 'Situación España' este miércoles, el economista Jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, Jorge Sicilia, ha explicado que el descenso observado en los precios del petróleo y del gas, la inflación y los tipos de interés, la política fiscal --algo más expansiva de lo esperado,-- y la ejecución de los fondos europeos 'Next Generation EU' apoyan el crecimiento económico de este 2024.
No obstante, las estimaciones de BBVA Research para 2025 se reducen desde el 2,5% al 2%, por el ajuste en las cuentas públicas por las nuevas fiscales europeas y el menor dinamismo de la economía de la eurozona.
"No conocemos la senda de ajuste, pero todo indica que países como España tendrán que hacer un esfuerzo de consolidación importante durante los próximos años que podría quitarnos fácilmente del orden de unas tres décimas de crecimiento en 2025", ha explicado el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech.
Además, los expertos de BBVA Research han advertido de que la debilidad de la inversión privada y de la productividad, la falta de mano de obra cualificada y la política económica añaden incertidumbre al escenario económico.
Sobre las estimaciones para la inflación, el informe apunta a que podría alcanzar el 3,1% en 2024, casi medio punto por debajo de lo previsto en noviembre, y el 2,3% en 2025.
Así, los expertos de BBVA Research esperan que el Banco Central Europeo (BCE) comience a reducir el tipo de interés de política monetaria en junio, seis meses antes de lo previsto en noviembre. "Al descenso de la inflación, que también se observa en el resto de la eurozona, se ha ido añadiendo cierta preocupación por el comportamiento de la actividad en el continente", explican.
La previsión para final de año apunta a que el BCE podría empezar el proceso de reducción de la tasa de política monetaria en el segundo trimestre del año, y llevarla al 3,75% hacia finales de 2024, completando una disminución de 75 puntos básicos en total.
De su lado, los economistas perciben que las licitaciones y subvenciones del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia (PRTR) han alcanzado una velocidad de crucero, lo que podría ser suficiente para ejecutar los fondos en su totalidad hacia 2026.
De acuerdo a BBVA Research, desde el inicio del Plan y hasta finales de 2023 se habrían licitado contratos y convocado subvenciones financiadas con el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) por un importe superior a 70.000 millones de euros, lo que supone más del 88% del total planificado inicialmente en el PRTR y en las transferencias de la Adenda.
Sin embargo, sólo se habrían resuelto, y por tanto es dinero que ya está a disposición de familias y empresas, más de 33.500 millones de euros, que equivalen al 42% del total del Plan.
Con respecto al mercado laboral, BBVA Research observa que permanecen distintas restricciones de oferta que limitarán el avance del empleo. La inmigración y el avance de la tasa de actividad han permitido que la creación de puestos de trabajo continúe. Sin embargo, no parecen haber ayudado a mejorar la productividad.
Esto puede ser síntoma de que se mantiene la dificultad para encontrar ciertos perfiles en industrias y servicios de alto valor añadido.
De su lado, los expertos de BBVA Research consideran que el hecho de que se impongan algunos impuestos específicos en sectores que son cruciales para la inversión y para la generación de empleo productivo --como el impuesto a banca y energéticas-- lastra el crecimiento de la productividad y contribuye a ampliar la brecha que se ha abierto en los últimos 15 años entre la productividad por hora trabajada entre España y el resto de países europeos.
Adicionalmente, el envejecimiento de la población está reduciendo la disponibilidad de trabajadores en edad de trabajar. Esto se une a la sorprendente disminución que se viene produciendo en la tasa de participación de los españoles entre 35 y 54 años.
"En ausencia de políticas que mejoren la empleabilidad de estos trabajadores o de una política de inmigración que atraiga capital humano complementario al de los residentes en España, estos factores pueden ser un cuello de botella para el crecimiento", señalan.
En cuanto a las estimaciones de empleo, BBVA Research prevé un crecimiento del 2,6% 2024 y del 2% en 2025, mientras que proyecta una tasa de paro del 11,4% en 2024 y del 10,9% en 2025.
Para el déficit, los expertos estiman que finalice 2024 en el 3,6%, por encima del 3% previsto por el Gobierno, y que baje al 2,9% en 2025. En el caso de la deuda, las proyecciones de BBVA Research apuntan a que se situará en el 103,9% del PIB en 2024 y que caerá al 101,9% en 2025.
Para los expertos, las políticas de impulso a la demanda de vivienda o de fijación de precios pueden tener efectos nocivos a largo plazo en el sector. El Gobierno ha anunciado avales para los jóvenes, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), con el objetivo de facilitar el acceso a una vivienda. Pero los economistas entienden que la medida adolece de varios problemas.
Por un lado, creen que se encuentra diseñada con los mismos defectos que aquejan a otras y que pueden generar desigualdad. Al poner límites rígidos a la edad (35 años), al ingreso (37.800 euros anuales) o para solicitar el crédito (31 de diciembre de 2024), se discrimina en contra de aquellas personas que apenas sobrepasan esas barreras (o que quieran comprar a partir de 2025).
Asimismo, consideran que es muy posible que la medida termine beneficiando a jóvenes que en la actualidad ganan menos que la renta especificada, pero que en el futuro tendrán unos ingresos por encima de la media. Aunque se requieren límites al patrimonio acumulado por los compradores, no se exige lo mismo para el de los padres, lo que, nuevamente, podría terminar favoreciendo a hogares de rentas altas.
Otro problema a tomar en cuenta, según los economistas, es que no es recomendable incentivar créditos que financien el 100% del valor de la vivienda, ya que puede llevar a un incremento en la toma de riesgo de las entidades financieras.
"Finalmente, y más importante, sin políticas que incrementen la oferta de vivienda, las ayudas a la compra llevarán a incrementos en precios, sin mejorar la accesibilidad de los jóvenes. Lo mismo sucederá con las políticas de fijación del coste del alquiler, que pueden incluso incentivar la salida del mercado de viviendas", apuntan los economistas.