Reglamento orgánico y funcional

Barrera completa el puzzle: así queda el reparto de poder en la Conselleria de Cultura

6/04/2024 - 

VALÈNCIA. La Conselleria de Cultura asienta su reglamento de funcionamiento finalmente, tras varias modificaciones en el organigrama anterior. El vicepresidente y conseller Vicente Barrera completa así el puzzle y el reordenamiento de competencias, en un departamento que no es ni mucho menos el anterior.

Cabe destacar, primero de todo, que la Conselleria ahora está emancipada de Educación, y que por tanto ahora está más que adelgaza, aunque también lleve consigo el rango de vicepresidencia. Algunas figuras se mantienen, en todo caso, como la Secretaría Autonómica de Cultura y Deporte o la Dirección General de Cultura, aunque sus competencias han mutado.

Tal y como informó este diario, anteriormente se han ido haciendo diferentes modificaciones del Reglamento orgánico y funcional (ROF) para ajustar competencias. Lo publicado este viernes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana es su desarrollo final y la derogación del anterior, que confirma que Barrera ha vaciado los servicios que dependen directamente de su inmediato escalón inferior, la Secretaría Autonómica, que ocupa actualmente Paula Añó.

Muchas de esas competencias se han delegado a las direcciones generales, que no dejan de depender, dentro del organigrama vertical, de Añó. En todo caso, sus funciones directas se limitan ahora a desarrollar la Oficina de Mecenazgo.

Por otra parte, ahora la Conselleria cuenta con dos direcciones generales en vez de una, como en la legislatura anterior (que ocupa únicamente Carmen Amoraga). Por un lado, está la Dirección General de Cultura (cargo que ejerce Sergio Arlandis) y la Dirección General de Patrimonio Cultural y Museos (del que es titular Pilar Tébar). En el organigrama de 2021, Patrimonio Cultural y Museos era una subsecretaría dependiente de la Dirección General de Cultura.

De esta manera, a Arlandis se le despoja de las competencias en Museos, Patrimonio Mueble e histórico, el servicio de Arquitectura y la gestión de organismos del sector instrumental como el Institut Valencià d’Art Modern (IVAM), L’Institut Valencià de Conservació, i Investigació (IVCR+i) y el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, del que depende el Centre del Carme.

Por su parte, la Dirección General de Cultura tiene competencias directas sobre todo sobre el sector del libro (un servicio que desarrolla de manera extensa este ROF, y que por tanto será una de las prioridades del departamento), además de la gestión de Sant Miquel dels Reis o la coordinación con el Institut Valencià de Cultura y el Palau de les Arts.

Otro escalón que gana competencias es la Subsecretaría, que suma y desarrolla nuevos servicios, en comparación con el ROF anterior. En definitiva, un organigrama que reparte mucho más el poder y la Secretaría Autonómica con proyecto específicos pero sin muchas competencias directas.

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