VALÈNCIA. La sesión de este miércoles del juicio del caso Erial se ha centrado en la declaración de Joaquín Barceló, amigo desde la infancia del exministro Eduardo Zaplana y considerado por los investigadores como su testaferro. Una comparecencia de suma importancia en la que ha reconocido parte de los hechos de los que se le acusan en esta causa y que responde a un acuerdo con la Fiscalía. Algo que complica la estrategia de defensa del que fuera presidente de la Generalitat puesto que es previsible que otros acusados hagan lo mismo en próximas jornadas.
Barceló se sienta en el banquillo junto a otras 13 personas como partícipe de una presunta trama creada para el cobro de comisiones derivadas de la concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV), realizadas en 1997 durante la gestión del expresidente de la Generalitat, y del Plan Eólico de la Comunidad Valenciana, puesto en marcha en 2003. El objetivo habría sido desviar esas cantidades al extranjero a través de numerosas sociedades para blanquearlas y, posteriormente, retornarlas a España. En total, ese desvío de dinero se cuantifica en 20,6 millones de euros.
"Yo era el testaferro de Eduardo Zaplana", ha reconocido Barceló, conocido como 'Pachano'. Es decir, que gestionaba sus fondos. Unos fueron los de Luxemburgo y otros los de Andorra.
Los de Luxemburgo son los relacionados con Imison Internacional, la empresa matriz de toda la red. Constituida y gestionada por Beatriz García Paesa, la sobrina del espía Francisco Paesa, la investigación apunta a que para su creación Juan Cotino entregó 640.000 euros en efectivo.
Barceló ha explicado que fue a Luxemburgo a hacerse cargo de Imison por indicación de Zaplana. Allí llevó 2,5 millones de euros que en un principio pensaba que provenían de una operación realizada entre el exministro y el que fuera su jefe de Gabinete, Juan Francisco García.
"Le dije que sí. Acepté al pensar que era una cosa transparente y lícita. A Luxemburgo fuimos en un avión privado Juan Cotino, Juan Francisco García y otro señor que no sé quién era. Allí me entrevisté con Beatriz García Paesa. Yo tenía que firmar un papel que luego no ha aparecido por ninguna parte", ha explicado. La intención de Zaplana, ha dicho, era que Juan Francisco García se hiciera cargo de otra sociedad, Fenix, y él de Imison.
"Esos 2,5 millones no eran míos. Y luego me enteré de que no eran 2,5 millones sino 6 millones cuando la Guardia Civil entró en mi casa y me detuvo", ha comentado. "Primero estaba convencido de que el dinero era totalmente lícito, pero cuando me entero de que son ITVs sí que me huele mal. No es que vea claro que era delictivo pero me mosqueo", ha añadido.
También se ha referido a la cuenta de Andorra, que era suya según ha detallado. A ella fueron a parar 5 millones de euros. "Ese dinero me lo dio Francisco Grau (asesor del exministro) porque eran de Zaplana y yo los tenía que llevar a Andorra. Me los dio en una bolsa", ha señalado.