ALICANTE. Acción y reacción. El alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, no ha tardado en responder a la oferta de compra sobre las participaciones de propiedad municipal en el Teatro Principal formalizada por el conseller de Cultura, Vicent Marzà, con la misma réplica que ya se planteó en cuanto se hizo pública la propuesta, el pasado 23 de septiembre: la del rechazo.
Así, en una misiva fechada este mismo miércoles, el primer edil agradece al conseller "su amable propuesta de adquirir, por cuenta de la Generalitat Valenciana, la participación de este Ayuntamiento en la Comunidad de Propietarios del Teatro Principal de Alicante", aunque insiste en desestimar el ofrecimiento al mostrarse convencido de que "es nuestra responsabilidad mantener el carácter municipal de una institución cultural tan significativa como lo es para los alicantinos su Teatro Principal". Es más, Barcala también viene a confirmar los términos de su contraoferta para recomprar las participaciones adquiridas por la Generalitat en 2018 al sostener que, lejos de permitir que el teatro pierda "su identidad municipal", "esta corporación pretende, una vez superadas las consecuencias negativas de gestiones anteriores, ampliar y confirmar ese carácter y gestión municipal". No obstante, tampoco llega a proponer un hipotético precio en el que podría materializarse esa posible operación inversa por la que el Ayuntamiento podría asumir el 65% de los títulos de la comunidad de bienes propietaria del Principal (el 33% restante permanece en manos del Sabadell).
En todo caso, el primer edil aprovecha la ocasión para reclamar más inversiones de la Conselleria de Cultura en Alicante, en la línea reivindicativa que ya ha expuesto en sus últimas valoraciones públicas sobre el planteamiento de Marzà. Así, en su carta de respuesta al conseller, Barcala apunta que "lo que sí comparto, sin ningún género de dudas, es que la ciudadanía alicantina se merece más recursos y más atención para potenciar su oferta cultural, tanto para los propios alicantinos, como atractivo para los miles de visitantes que anualmente nos visitan. Y que esta apuesta por incrementar los recursos no la puede ni la debe hacer el Ayuntamiento en solitario, debiendo la Generalitat Valenciana implicarse de forma mucho más decidida en ello, superando porcentajes presupuestarios como el del 7% que su conselleria ha destinado este año para la totalidad de la provincia de Alicante [según un informe interno elaborado por el PP en la Diputación, como ya había informado este diario] que no hacen justicia ni respaldan las buenas intenciones".
El primer edil exige a Marzà inversiones en Alicante y le emplaza a respaldar la candidatura de la ciudad para acoger una extensión del museo ruso en España a la que opta málaga
En ese mismo tono reivindicativo, el primer edil alicantino solicita a Marzà que su departamento apueste "de verdad y ahora por esta ciudad, y que nos apoyen en la oportunidad de traer a Alicante el Museo Hermitage rechazado por Barcelona. Alicante lo merece, como usted bien dice, y merece que ustedes se impliquen en ello. Que se impliquen preparando y respaldando la presentación de la candidatura de nuestra ciudad como sede el Museo Hermitage, y financiando la adquisición y remodelación del emplazamiento adecuado para ofertar y obtener un espacio cultural de magnitud universal. Para ello contará con nuestra total colaboración, apoyo y recursos".
Así, Barcala incide en que "ninguna otra ciudad de nuestra Comunidad ha manifestado interés por ello, por lo que entendemos que lo que solicitamos es el respaldo de nuestra Generalitat frente a las candidaturas de otras ciudades situadas en otras Comunidades de nuestro país". Entre ellas, figuraría la ciudad de Málaga que, a priori, partiría en una posición aventajada, al disponer ya de otros centros culturales de relevancia como el Museo Carmen Thyssen o el Museo Picasso.
Sea como fuere, Barcala apunta en su carta de respuesta a Marzà que el respaldo de la Generalitat a la candidatura de Alicante para acoger esa hipotética extensión del Hermitage en España supondría "vertebrar la Comunitat, y velar por los intereses culturales de los alicantinos". Y, por último, se despide de Marzà con la misma fórmula utilizada por el conseller en su carta previa: "Quedo a la espera de su respuesta".