ALICANTE. La reforma del Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) planteada el pasado diciembre por la exedil de Guanyar, Nerea Belmonte, para que se reconozcan derechos políticos y económicos a los concejales no adscritos se acerca a pleno. La Secretaría General del Ayuntamiento abrió este lunes un plazo de seis días para que los grupos políticos municipales puedan presentar enmiendas con el propósito de que puedan debatirse en la próxima comisión de Presidencia y Régimen Interior, después de que el equipo de Gobierno, del PP, acordase tramitar la iniciativa, el pasado julio.
Sin embargo, la propuesta tendrá un recorrido más que breve: está condenada al fracaso gracias al rechazo de los cuatro grupos de la oposición. Representantes de PSOE, Guanyar, Ciudadanos y Compromís expresaron este martes, con distintos grados de contundencia, que la reforma reivindicada por Belmonte no puede servir para mejorar sólo las condiciones de los concejales no adscritos. La conclusión: al margen de Belmonte y del previsible apoyo del segundo edil no adscrito, Fernando Sepulcre, sólo los ediles de la bancada popular liderada por el alcalde, Luis Barcala, prevén respaldarla con un voto a favor. Y, además, lo harán "estrictamente en los términos en los que se pronuncia el informe del secretario municipal". Es decir, sí a que se reconozcan derechos de representación política a los no adscritos en las mismas condiciones de la que disponen el resto de concejales de la oposición (como la posibilidad de presentar mociones o declaraciones institucionales o formar parte de todas las comisiones municipales), pero no a que se les concedan derechos económicos (la posible asignación de un sueldo).
Como viene informando este diario desde marzo, el informe jurídico del secretario solo apunta al respecto que no existe ningún impedimento legal para que los no adscritos perciban una remuneración económica (siempre que no sea superior a la que percibían en el grupo político por el que lograron el acta de concejal) y que, en todo caso, se trata de una decisión sobre la que debe decidir la mayoría del pleno de la corporación.
La cuestión es que esa mayoría, que depende de los 19 ediles de la oposición (sin contar a Belmonte y Sepulcre) no es partidaria de conceder nada de lo reivindicado por la exrepresentante de Guanyar ¿Qué es lo que sostienen los cuatro grupos opositores? Por partes. Los tres componentes del ya extinto tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) criticaron con dureza el planteamiento de Belmonte, al considerar que está completamente deslegitimado. "Con su voto en el pleno de elección de nuevo alcalde, Belmonte dejó de ser una edil no adscrita para convertirse en una tránsfuga, ya que alteró la mayoría democrática y permitió que el PP volviese al poder", según resumió el portavoz de Compromís, Natxo Bellido.
Todo apunta a que la propuesta de modificación quedará rechazada, al reunir solo los votos favorables del PP, de Sepulcre y de la propia Belmonte
En parecidos términos se expresó el líder de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, al sostener que su formación siempre ha reivindicado "una reforma global del reglamento que reduzca la discrecionalidad de la que dispone Alcaldía para tomar decisiones sobre diversas cuestiones y que potencie y facilite los mecanismos de participación ciudadana y de iniciativa y consulta popular en el pleno". En esta línea, insistió en que "nada de ello parece que interese ni a Belmonte ni a Barcala, que ha decidido impulsar una modificación parcial del reglamento ajustada a la propuesta normativa que presentó Belmonte en diciembre de 2017". "Cualquier propuesta de modificación parcial del reglamento no nos vale, y menos si la promueve la tránsfuga que dió el gobierno municipal al PP hace ya casi cinco meses". Es más, a su juicio "sería una vergüenza total que se mantuviera el reglamento que la procesada Castedo hizo a su medida y encima adaptarlo a los intereses de la tránsfuga Belmonte, que parece que sólo tenga derechos y no deberes que incumple cuando le viene en gana no acudiendo a las comisiones de pleno o ausentándose de los plenos. Un escándalo en toda regla que habría además que enmarcar en el contexto del voto en blanco de la señora Belmonte en el último pleno de investidura", señaló. Y concluyó: "Que no cuenten con Guanyar ni Barcala ni su aliada Belmonte, una concejala que ha traicionado a la izquierda de la ciudad y que lo único que debería hacer, en vez de presentar propuestas normativas en beneficio propio, sería dimitir de inmediato".
Su homóloga del PSOE, Eva Montesinos, sostuvo que tampoco compartía la reinvidicación de Belmonte tras recordar que tuvo una oportunidad de aceptar "el compromiso de modificación del ROP que le planteamos para reconocerle derechos políticos, como parte de una reforma más amplia, con el fin de sumar su voto frente al PP, pero prefirió convertirse en una tránsfuga y permitir la toma de posesión de Barcala". En esta línea, apuntó que "si el PP accede a votar a favor de esa propuesta, deberá explicar el porqué".
Por último, la portavoz de Cs, Yaneth Giraldo, defendió que, a expensas de estudiar al detalle el informe jurídico del secretario, "no nos parece que tenga sentido limitar la modificación del ROP a una propuesta que sólo beneficia a una concejal; a Cs lo que le interesa es que se evalúe una reforma que beneficie a la ciudad", apuntó.