ALICANTE. El Banco de Sabadell apunta a superar los 1.000 millones de beneficio en el ejercicio 2023, con una ROTE (rentabilidad) del 10,5%. Así lo ha confirmado este jueves su consejero delegado, César González Bueno, durante la presentación de los resultados del primer semestre, en el que la entidad ha ganado 564 millones de euros, un 43% más que en el mismo periodo de 2022.
González Bueno, acompañado del director financiero de la entidad, Leopoldo Alvear, ha señalado que el banco espera que el segundo semestre el beneficio acumulado se incremente aún más, dado que en el primer semestre han tenido que afrontar el pago del impuesto a la banca, con unos 200 millones de euros. En el último trimtrestre el banco deberá realizar su aportación al Fondo de Garantía de Depósitos, que en todo caso será una cantidad inferior a la ya abonada en el inicio del año. Estas cifras acercan a al entidad a su objetivo de cubrir el coste de capital en el ejercicio 2024, como ha destacado Alvear.
Así, González Bueno ha indicado que, aunque la política de dividendos se decide con las cuenta anuales cerradas, lo lógico es que el consejo apruebe un dividendo a cuenta pagadero a final de año, y un dividendo con cargo a los resultados en la próxima junta general de accionistas, tanto económico como en recompra de acciones. La misma estrategia que en el último ejercicio, aunque "esto no prejuzga nada".
En el crecimiento del beneficio de la entidad con sede en Alicante ha pesado de forma notable el comportamiento de su filial británica, TSB, que ha pasado de restar 100 millones de euros en pérdidas a aportar 500. Sin embargo, Sabadell no se plantea escuchar ofertas por el banco (ya las hubo en el pasado), ni tampoco realizar operaciones corporativas como adquisiciones o fusiones con otra entidad. "Estamos muy cómodos con nuestro perímetro, el foco está en mejorar la rentabilidad y la eficiencia", ha indicado el CEO.
En este sentido, González Bueno ha destacado la gestión de los costes de la entidad, a través de medidas como la negociación con proveedores o la utilización efectiva de sus activos. Pero no contemplan cargar dicha gestión sobre la red de oficinas o la masa salarial. Así, González Bueno ha descartado "esfuerzos extraordinarios" como cierres de sucursales o reducciones de personal. "Tras un esfuerzo muy decidido en realizar ajustes en 2021 y 2022, ahora toca la gestión prudente de los costes, que es una obligación", ha resumido.