BRUSELAS. Ximo Puig ha puesto a José Luis Ábalos ante una difícil disyuntiva en materia de infraestructuras: la de quitar fondos europeos al oeste de España para priorizar los corredores de la Comunitat. El presidente de la Generalitat quiere que el ministro de Fomento corrija el mapa de prioridades en los corredores ferroviarios marcada por la Comisión Europea, una hoja de ruta que establece qué ramales ferroviarios son los primeros en recibir el grueso de los fondos procedentes de Europa.
Como informó este diario, la Comunitat quedó relegada en la asignación, definida durante el recién relevado gobierno de Mariano Rajoy. En consecuencia, se quedaron fuera del plan financiero plurianual de la UE 2021-2027 tanto el tramo entre Zaragoza-València del Corredor Cántabro-Mediterráneo como el Madrid-València del Corredor Atlántico-Mediterráneo, ambos ramales fundamentales para abastecer y distribuir las mercancías que discurrirán por el Corredor Mediterráneo.
La petición formulada por el presidente autonómico pone en un aprieto al ministro valenciano, con el que prevé reunirse esta misma semana. Ábalos deberá atender o rehusar la reivindicación de la Comunitat de cara al establecimiento del mapa definitivo, que será fijado en el próximo mes de octubre. "Hay margen para intervenir, y lo vamos a intentar porque el Gobierno de España tiene predisposición de escuchar a la Comunitat Valenciana", afirmó Puig este martes, que confirmaba en Bruselas -tras reunirse con la Comisión Europea- que la rectificación que solicita al ministro socialista implicaría arrebatarle a otro de los ejes del Atlántico la condición de prioritario.
Una opción intermedia por la que podría optar Fomento sería la de optar simplemente por añadir alguno de los dos tramos hasta València, sin retirar ninguno. Pero ello también significaría un mayor reparto entre los asignados inicialmente y, en consecuencia, un perjuicio para los ubicados al oeste de la península. Ábalos, en definitiva, se deberá mover entre dos opciones: mantener el escenario actual que perjudica a la Comunitat o rectificar en favor de la autonomía de la que procede -a riesgo de enfrentarse con las regiones del Atlántico.
Como viene informando Valencia Plaza, la principal consecuencia para los tramos ausentes del mapa de prioridades es que las redes que sí han sido incluidas tendrán una financiación europea que puede alcanzar el 75% del proyecto, mientras que las no prioritarias solo pueden llegar hasta el 15%. Así, los incluidos acceden antes y a más dinero europeo para su desarrollo.
Fuentes de presidencia deslizaban este martes en Bruselas que, en caso de tener que optar por uno de los dos trayectos para incluirlo como prioritario, la fórmula más eficiente para los intereses de la Comunitat sería incluir el trayecto entre Madrid y Valencia (ausente hasta ahora entre las peticiones del Gobierno de España, según Puig) y pelear la financiación del Zaragoza-València con líneas de financiación alternativas, tales como los fondos Feder. Según prevén, con una inyección de alrededor de 400 millones en esta línea ferroviaria el proyecto podría concluirse.
De lograr el respaldo del ministro de Fomento a esta fórmula, el tramo Madrid-Valencia podría ser incorporado entre las actuaciones prioritarias, hecho que le permitiría acceder antes al grueso de los fondos europeos y que implicaría un mayor reparto entre los actuales tramos beneficiados.
Cabe subrayar de que se trata de proyectos a desarrollar a largo plazo, entre 2021 y 2027, y que en la actualidad ya operan trenes de mercancías en el trayecto entre Madrid y València.