MUTXAMEL. La empresa de Mutxamel de helicópteros Avincis trabaja junto a la compañía de servicios de sistemas espaciales Telespazio, ambas socias de la Xunta de Galicia en la Civil UAVs Initiative, en un programa de I+D que tiene por objetivo el desarrollo de tecnologías avanzadas de observación y vigilancia de la biodiversidad. El plan conjunto supone una inversión pública-privada de 37,8 millones de euros, de los que 12,28 millones son de aportación pública y 25,51 millones, de aportación privada. Se trabaja en seis proyectos de I+D y once proyectos complementarios, con la participación de 112 profesionales y la colaboración de 16 empresas y centros de conocimiento. Es un plan financiado por el Plan Complementario de Biodiversidad del Ministerio de Ciencia e Innovación.
Dentro de este programa conjunto, Avincis y la Xunta han completado las primeras pruebas de un sistema para la monitorización y control de la biodiversidad en ecosistemas fluviales y marinos con vehículos no tripulados. Lo han probado en el embalse de Baxe, en Pontevedra.
El objetivo es el de dotar a los servicios de control de calidad de las aguas en rías, estuarios y cursos fluviales de las ventajas de las tecnologías no tripuladas, permitiendo monitorizar los impactos sobre la biodiversidad de ecosistemas marinos y fluviales. Durante las las pruebas se ha empleado un pequeño vehículo de superficie no tripulado y multifuncional, dotado con una sonda que permite medir parámetros como temperatura, conductividad, profundidad, oxígeno disuelto, materia orgánica, pH, clorofila o turbidez, entre otros, que son fundamentales para monitorizar la población de fitoplancton y la salud del ecosistema natural; con un sistema de toma de muestras; con un sonar de barrido lateral, que facilita el cartografado del fondo marino y permite identificar diferentes tipos de praderas distribuidas en las rías y estuarios, con un alto valor ecológico.
Las características del vehículo no tripulado permiten su utilización en zonas protegidas sin comprometer la biodiversidad y sin causar daños ni en los suelos ni en la calidad del agua. Cuenta con dimensiones reducidas (160 x 70 x 40 cm), comunicación en tiempo real con centros de control y otros drones con alcance de hasta 8 kilómetros, alta duración de la batería y uso de un sistema de propulsión eléctrica por hélice de chorro de agua.
En la realización de estas pruebas participaron también los centros tecnológicos Gradiant, que desarrolló el sistema de comunicaciones de la embarcación no tripulada; y el Centro Tecnológico del Mar (Cetmar), responsable del funcionamiento de las cargas de pago del dron marino.