Aún nos pasa poco

19/12/2019 - 

Alicante y Murcia miran hacia Elche con envida deportiva. No es un menosprecio, es una realidad; al mismo tiempo un aviso para no hacer las cosas mal sino queremos seguir sus pasos. Ver como los rivales históricos del Elche CF, Hércules CF y Real Murcia CF, sobreviven como pueden en la mediocridad futbolística del pozo del fútbol español me da pena. Son muchos los aficionados franjiverde, entre los que me incluyo a pesar de mi título periodístico, que nos hemos criado en esa sana rivalidad y pique deportivo del cántico "Murcia y Hércules, la misma (…) es" (desde el respeto y a modo ilustrativo, que seguro que otros variados eslóganes en clave franjiverde deben de haber brotado ahora, si tú que me lees lo haces desde la lejanía).

Siempre he pensado que la historia de un equipo va unida a la de sus rivales. Qué puede haber más bonito que visitar el Rico Pérez o La Condomina, ahora Nueva Condomina, ataviado de tu bufanda franjiverde, una tarde de domingo de la que, si sales ganador, empezarán a circular las bromas entre compañeros de trabajo o universidad, amigos de profesión o de vida cotidiana. Es la salsa del fútbol. Los anglosajones derbis o castellanos partidos de rivalidad que tantas pasiones levantan y evaden a la gente de su aburrida vida semanal. Citas que todos marcan en el calendario cuando una temporada sortea el orden de rivales y coincides con tu eterno enemigo deportivo sobre el césped.

Yo los he disfrutado, tanto en la grada de animación como en el pupitre de prensa, y la verdad es que cada partido ha tenido su encanto, sea cual sea el prisma desde el que se tenga que vivir. Por eso me da lástima ver como dos equipos a los que está unida la historia del Elche deambulan perdidos por las catacumbas del fútbol español. Todos tenemos un conocido, más o menos cercano, al que su corazón le late con esos colores. Sufren y no me gustaría estar en su piel. Elche se diferencia de Alicante y Murcia por una décima de segundo en la que una genialidad de Nino sacó al equipo franjiverde, aunque todavía se tuviera que jugar una eliminatoria más, del pozo de Segunda División B. No nos olvidemos.

Quizás ahora en Elche, por la sorprendente situación herculana, la lupa esté puesta más sobre Alicante que en Murcia (aunque tampoco en la capital grana haya mucho que envidiar a la blanquiazul). Lo deportivo y lo institucional son una mezcla explosiva que sacude los cimientos de entidades históricas que, yo que siento tanto la franja verde en los malos momentos, seguro que hará que afición y Prensa se hagan la misma pregunta que a veces nos hemos hecho aquí, ¿se llegará al centenario? Estoy convencido de que sí, no sé cómo pero si se por qué. Porque la fuerza de un sentimiento está en quien lo protege y los aficionados de estos equipos son sus mejores guardaespaldas.

Habrá aficionados que pensarán que cuanto más hundidos estén los rivales del Elche mejor. Puede que tengan razón porque al final el pique deportivo también consiste en eso, en verte superior. Hoy escribo desde la nostalgia, al mismo tiempo que también dejo volar las letras sin olvidar ese gol de Nino del que antes hablaba. Los problemas deportivos y económicos que se viven en Alicante y Murcia podrían ser hoy los mismos en Elche porque parece que, además de rivales deportivos, también hemos rivalizado durante los últimos años por tener los peores gestores que había en el fútbol español. No seré yo quien me meta en casa ajena pero viendo los nombres y los nexos de unión que ha habido en los últimos años, aún nos pasa poco en el Martínez Valero.

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