MADRID. La compra de un vehículo, tras la de una vivienda, es la que suele hipotecar más a una persona o una familia… Si en el caso de la primera la decisión es fácil de adoptar, el que más le guste; la segunda es más complicada, ya que el factor espacio o la comodidad a la hora de llevar niños será igual de importante que el precio o la potencia.
El Audi 5 Sportback, la variante de cuatro puertas de la carrocería coupé del modelo de los cuatro aros, aglutina lo mejor de diferentes segmentos para convertirse en la primera opción para todos.
Para el conductor, porque el Sportback mantiene la silueta de coupéa pesar de contar con cuatro puertas. Para el resto del pasaje, porque no es lo mismo acceder a la parte trasera por el angosto espacio que puede tener un coupé, que por una puerta amplia.
En cuanto al equipaje, la boca de carga es ancha y está situada a una altura más baja que alta, lo que facilita la colocación de bultos en un maletero, que dispone de 480 litros.
Al abrir el portón, con accionamiento eléctrico, nos encontramos con una tapa cubremaletas que no molesta en la operación de carga y con espacio para la rueda de repuesto, lo que es de agradecer en un momento en que la mayoría de los fabricantes apuestan por eliminar esta zona y ofrecer a cambio el kit repara pinchazos.
Pero a todo esto además hay que sumar un potente motor de gasóleo V6 de tres litros de 218 CV con el que es un placer viajar solo o en compañía, lo que demuestra nuevamente que es la propuesta más conveniente para todos.
El consumo mixto que le ha homologado la marca es de 4,6 l/100 km, que en la prueba realizada por Efe se ha situado en 7,1 l/100 km. Un registro más realista y de nota para un vehículo de las características dinámicas del Audi al que hay que atar en corto para que no llegue rápidamente a cruceros elevados.
Esta motorización va ligada a una caja automática de 7 velocidades, que dispone de levas en el volante para un accionamiento manual de las relaciones si así se desea.
Para que el propulsor gane en eficiencia tiene mecanismo de parada y arranque automático (Start&Stop) y hay diferentes modos de conducción: Efficiency, Comfort, auto, dynamic e individual.
Con ellos se actúa sobre la respuesta del acelerador y la dirección, así como sobre la amortiguación, entre otros parámetros.
Con el Efficiency el gasto de combustible se mantiene más a raya y el vehículo se nota más reposado, mientras que con el Dynamic la conducción es muchísimo más ágil.
En cualquiera de los modos, el coche transmite un aplomo y una estabilidad de gran nivel. Los 4,77 metros de largo que mide no son un óbice para poder entrar rápido en curva y son una gran base para poder ir fuerte en recta.
Todo funciona como una máquina de precisión y el coche parece circular por una vía del tren en la que no hubiera oscilaciones que descolocaran el chasis en los cambios de apoyo.
Éste, junto con una amortiguación que filtra muy bien, aguanta todo tipo de asfaltados sin crujidos. Parte sustancial de este buen comportamiento se debe a la tracción integral quattro, que evita que el coche pueda perder el agarre en tramos revirados o en pavimentos mojados.
Los frenos son de disco en las cuatro ruedas. Mientras que los de delante son ventilados, los de detrás no.
Como último apunte del motor indicar que su sonido, en comparación con el eficiente y nuevo 2 litros de gasolina de 252 CV, es más ronco al oído y denota más el tipo de vehículo que llevamos, mientras que el segundo parece estar más enfocado a pasar desapercibido… como si fuera fácil en ambos casos.
Interior del A5 Sportback
Otra de las característica que contribuye a la conducción segura que proporciona el A5 Sportback es la buena visibilidad que se tiene gracias a unos montantes del pilar A más finos que en la competencia y que no molestan en los giros o en las maniobras de aparcamiento, a pesar de que el puesto de conducción está algo más bajo que en una berlina al uso.
Y es que el conductor tiene la impresión de ir en una posición más cercana al asfalto, lo que hace disfrutar aún más de este automóvil.
Lo mismo le sucede al resto del pasaje, que atrás disponen de unas plazas amplias (especialmente en las plazas laterales) con un espacio muy considerable para las rodillas.
El salpicadero del vehículo está orientado hacia el conductor y tiene una concepción muy alemana, con un diseño horizontal y despejado de botones.
El toque más tecnológico a bordo lo ponen el cuadro de instrumentos digital, la amplia pantalla frontal con diseño flotante, y la rueda ubicada delante de la palanca de cambios desde la que se maneja con facilidad el equipo de infoentretenimiento.
La nota dominante del interior es la calidad y la nobleza de los materiales, especialmente del cuero empleado para la tapicería y las puertas.
Si interiormente el A5 Sportback gusta, lo mismo o más sucede con su diseño exterior.
En la vista frontal sobresale el capó alargado y nervado que le hace parecer al coche pegado al suelo. También la amplia parrilla hexagonal single frame en la que disimuladamente se ha encastrado el logotipo de la tracción quattro.
Los faros, que pueden ser de tecnología Led Matrix, parecen un apéndice más del musculoso capó; mientras que los antinieblas, con forma redondeada, rompen la linealidad horizontal que exhibe el vehículo.
En la vista lateral destaca la caída del techo, las ruedas anchas y las taloneras, que le dan un toque elegante y dinámico al conjunto.
La trasera tiene como elemento diferenciador un pequeño alerón en el portón que le resta sobriedad a un vehículo que no quiere renunciar a su vocación coupé.
En definitiva, el A5 Sportaback es un vehículo que puede casarle a diferentes conductores, ya sea porque no quieran renunciar a un automóvil con diseño de dos puertas, porque necesiten la practicidad de un cuatro o porque busquen un coche representativo que no peque de seriedad.
La gama de motores con la que se comercializa también se ajusta a la perfección a los diferentes perfiles de un propietario de Audi. Hay eficientes cuatro cilindros de gasolina y diésel de 150 CV, y otros con una vocación más deportiva que pueden llegar a los 350 CV del S5 o los 450 del RS 5.
Lo mismo sucede con los precios que parten de los casi 40.000 euros y ascienden hasta los 78.060 euros. En todos los casos, la cifra de opcionales es larga, con lo que la tarifa puede incrementarse de manera notable.
Ya que tratamos el tema monetario, recordar que el A5 Sportaback probado tiene duros competidores tanto entre las marcas generalistas, como las premium.
Novedades como el Giulia de Alfa Romeo o el Stinger de Kia, o modelos más consagrados como el BMW Serie 4 se lo ponen difícil a un potencial cliente. Lo mismo le puede suceder con el Volkswagen Arteon.