DE LA VÍA PA ARRIBA / OPINIÓN

Atasco en el canal

16/01/2020 - 

Cada mes es un sin vivir hasta que se abre el grifo. Hace 60 días que por el canal del trasvase Tajo-Segura no llega agua para los regantes del sur de la provincia de Alicante. El trasvase Tajo-Segura se puso en marcha por primera vez el 30 de marzo de 1979. El Sindicato Central de Regantes se constituyó en 1980. 

Ya en este siglo, en 2013, se logró redactar un memorando que plasmó por escrito los acuerdos de las comunidades de Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid, Murcia y Valencia. Mediante este marco general se establecieron los parámetros que iban a desarrollar la regulación del agua del trasvase. Todo ello acabó en una ley en el Real Decreto 773/2014 por la que se aprobaron las normas reguladoras.

Los que estuvieron redactándolos y pactándolos y los que estuvimos contándolo sabemos lo que costó. Reuniones, informes, desplantes, espantás más enésimas y eternas reuniones. 

Al final, con la voluntad y buena disposición de todos se llegó a un acuerdo que deja marcado con algoritmos matemáticos el agua que se debe trasvasar, según el volumen acumulado en los embalses de aportes del Tajo, Entrepeñas y Buendía.

En función de las existencias de comienzos de cada mes se califica 4 niveles. Nivel 1: los embalses tienen agua de sobra, por encima de 1.300 hectómetros cúbicos con lo que automáticamente se trasvasan 60 a la cuenca del Segura. 

Nivel 2, hay agua suficiente entre 1.300 y por encima de 597, dependiendo del mes del año y sería un trasvase automático de 38 hectómetros cúbicos.

En el Nivel 3, el que estamos desde hace tres meses, la Comisión Técnica valora y analiza las existencias de agua y hace una propuesta motivada al Ministerio. Es decisión del responsable del ministerio del ramo, la ministra teresa Ribera en la actualidad, autorizar el envío o no en un máximo de 20 hectómetros cúbicos. 

El nivel 4 se produce cuando no hay agua excedente y no hay trasvase. Así estuvimos durante 11 meses en el anterior año hidrológico.

Y mientras esto ha funcionado sin problemas, la situación parecía calmada. Pero se han producido cambios, en el Gobierno y en las políticas del agua con un nuevo ejecutivo con la clara intención de ir acotando hasta eliminar los trasvases. También existe una mayor conciencia de los cambios que se están produciendo en el clima que llevan a una necesaria revisión general del uso del agua, los aportes, la reutilización y los cambios que se deben hacer para no agotar las reservas y seguir manteniendo cultivos.

Todo esto nos lleva a que desde hace un año se está replanteando en serio y se han pedido estudios e informes para eliminar los trasvases. No seré yo quien opine sobre si se tienen que eliminar o no, creo que es un asunto que hay que dejar a las personas expertas. 

Pero si afirmo que sin una alternativa viable para los regantes, prescindir de golpe sería catastrófico para el sector agrícola del sur de la provincia. Son 20.000 hectáreas de terreno regable. Y por si faltaba algo, el agua ha sido utilizada políticamente siempre. De arriba a bajo. De abajo arriba y también salpicando a los lados. 

El president de la Generalitat, Ximo Puig quiere de este nuevo Gobierno que se acaba de constituir un cambio en la financiación autonómica y ha hecho de esta reivindicación el eje central de su discurso hacia Madrid. Espero que el trasvase no forme parte de lo prescindible en las negociaciones.

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