MADRID (EFE/Juan Javier Ríos). El turismo astronómico cobra fuerza en la España rural porque sus cielos, libres de contaminación lumínica, son el reclamo perfecto para disfrutar del verano en entornos en los que las noches son un festín para los sentidos y se pueden disfrutar con interpretaciones del cielo acompañadas de gastronomía y música en directo.
El astroturismo como pasión y los fenómenos concretos como las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo como excusa se han convertido así en una baza a explotar turísticamente en las zonas que cuentan con alguna de las certificaciones internacionales de la Fundación Starlight; entre ellas, las que se entregan a alojamientos que son reconocidos por sus condiciones idóneas para ello.
Una apuesta que, además, sirve para reavivar el interés por el medio natural y, de paso, dar a conocer el resto de sus atractivos.
Uno de sus ejemplos se halla en la comarca del Narcea, en pleno paraíso natural asturiano, donde se localizan los apartamentos rurales Casa El Rey 12, que cuentan con su certificado Starlight desde diciembre pasado, según explica a Efe su propietario, Carlos Álvarez.
Se trata de una zona que también cuenta con el reconocimiento Starlight por su defensa de un cielo limpio de contaminación lumínica.
Y el alojamiento busca facilitar a sus visitantes la posibilidad de disfrutar del astroturismo de forma inmersiva, y así además de dejarles instrumentos de visión como telescopios se ha involucrado en impulsar el proyecto de divulgación científica Allandestar, liderado por la astrofísica Lucía González Cuesta.
De hecho, Allandestar celebra estos días la quinta edición de unas jornadas en las que la formación y la observación astronómica se dan la mano para interpretar no sólo el cielo sino todos los mitos y leyendas que a lo largo de la historia han vinculado al universo con la naturaleza y el patrimonio cultural en este entorno rural.
Álvarez proyecta, asimismo, rutas guiadas por la noche en el campo para avistar animales nocturnos, como sapos o murciélagos, que algunas culturas también han vinculado con la astronomía, sin olvidar el componente culinario, con recetas como el pote asturiano, el pudin de verduras, paté de morcilla, cordero asado o cebollas rellenas de carne.
Otro de los enclaves declarados reserva Starlight se encuentra en pleno corazón de la comarca de Los Pedroches (Córdoba), en medio de una inmensa dehesa de encinar que logró dicho reconocimiento en diciembre de 2016.
Aquí se localiza la casa rural Obejuelo-Balcón de Los Pedroches y, una de sus socias, Rosario Rojas, subraya a Efe que ha sido el primero de Córdoba en hacerse con el certificado.
Lo consiguieron en mayo pasado y con ello se comprometen a evitar o reducir al máximo la contaminación lumínica y a ofrecer diferentes actividades de astroturismo.
Su ubicación en mitad del campo permite observar las Perseidas en agosto y asistir a otros eventos en los que el astroturismo es el protagonista, como el reciente "I Festival estelar", con una interpretación guiada de la luna llena mientras se producía una degustación de productos de la gastronomía local como quesos, ibéricos e incluso cerveza local.
En Cuacos de Yuste, en la comarca cacereña de La Vera, figura otro de los alojamientos que incluye el astroturismo entre su oferta y que consiguió su propio certificado hace dos mese, la casa rural La Ciega que abrió en 1998, y fue entonces pionera del turismo rural en esa zona.
Su propietaria, Ascensión Casado, señala a Efe cómo han apostado por conseguir esta distinción para incrementar la cartera de servicios al viajero.
La certificación la lograron tras una visita de la fundación en la que constataron que ofrecen al astroturista la posibilidad de acudir a observaciones astronómicas nocturnas guiadas y explicadas por expertos y con telescopio, además de contar con otros instrumentos como prismáticos en el establecimiento.
Una posibilidad que se suma al atractivo de la zona, como las piscinas naturales, practicar el avistamiento de aves o el senderismo, o decantarse por la cultura y la historia en el Monasterio de Yuste y el resto de los pueblos de la zona, incluida su gastronomía.