ELCHE. En 2017 empezaban los trámites para las obras del esperado nuevo edificio departamental de al Universidad Miguel Hernández (UMH), un inmueble destinado a ingeniería y diversos laboratorios, ubicado entre el edificio Altabix e Innova, en el campus ilicitano. Sin embargo, por varios problemas con la adjudicataria, Dragados, la obra quedó paralizada en 2019. Tras dos años, la universidad volverá a licitar las obras tras el verano con el objetivo de reanudarlas a principios de 2022.
Por tanto, se prevé que el edificio esté finalizado en 2023, ya que el año en el que se paralizaron las obras, 2019, era el que estaba previsto para su final. Ahora la universidad volverá a sacar a concurso público el servicio de obras para acabar la actuación pendiente, cuyo valor es de 7.370.600 de euros y un plazo de edificación de 15 meses. Como explica el vicerrector de Infraestructuras, Pedro Vicente, se ha aprobado modificar el contrato de la dirección de obras "porque el margen legal del contrato con el arquitecto de Santatecla, permite modificar la obra acorde a lo que queda pendiente". Así pues, se amplía el importe del servicio de dirección de obras pero el diseño del inmueble ideado por el despacho valenciano sigue siendo el mismo.
Hasta la paralización, la obra la había realizado Dragados SA, la mercantil que se hizo con el contrato por un valor de 9,9 millones de euros. Sin embargo, la firma entendió que estaba habiendo un sobrecoste en la actuación mientras que la universidad defendía que no, además de haber tenido problemas de acopio de materiales. Así, la compañía llevó el asunto a los juzgados, aunque finalmente "se llegó a un acuerdo de rescisión del contrato, satisfactorio, que permite ahorrar tiempo para rescatar cuanto antes la actuación", explica Vicente. Eso sí, desde la universidad no desvelan el coste del acuerdo de rescisión.
Por tanto tras varios retrasos por temas burocráticos (por la licencia de obra municipal) y judiciales, finalmente 2021 será al fin el año en el que se reanude el proceso para levantar un inmueble de 9.000 metros cuadrados, de los que 1.700 serán para la construcción de laboratorios de investigación. Será un edificio importante, ya que su tamaño es casi el mismo que el de Altabix, que tiene 9.194 m2. Será el segundo más grande del campus ilicitano y el tercero de toda la universidad.
Sobre sus dotaciones y papel académico, tendrá tres plantas, como se ve en el alzado con la fachada principal, y detrás tendrá varios bloques de una planta. En el edificio se situará el Departamento de Estudios Económicos y Financieros y tendrá tres bloques de departamentos de ingeniería: Ingeniería de Sistemas y Automática, Mecánica y Energía e Ingeniería de Comunicaciones. Aunque advierte el vicerrector que habrá algún pequeño cambio a nivel académico, pero anda reseñable. Será en cuanto al encaje de nuevos institutos de investigación de ingenierías. Como se indicó en su momento, contará con 5 aulas docentes, 2 de informática, 2 Salones de Grado y un centenar de despachos, además de las zonas comunes y verdes dentro del bloque. Por último, tras la reciente inauguración del circuito running, en un par de años el campus ilicitano estará prácticamente culminado. Es de prever que las obras de este inmueble coincidan en el tiempo con las de La Valona, que tras varios contratiempos ya tiene constructor definitivo.