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CRÍTICA DE CINE

'As Neves', un Twin Peaks gallego en la era de las redes sociales

La cineasta gallega Sonia Méndez debuta en el largo con un potente thriller rural sobre los jóvenes que viven entre internet y lo analógico   

10/05/2024 - 

VALÈNCIA. As Neves es un pueblo gallego de montaña donde pasa lo que suele pasar en los pueblos: todos se conocen y todos hablan de todos. La noche de carnaval un grupo de adolescentes, una pandilla de toda la vida, celebran una fiesta en medio del monte donde se drogan con setas por primera vez. Al día siguiente, despiertan con un temporal de nieve y la noticia de que Paula, una de las chicas de la fiesta y de quien se había difundido un video donde aparecía liándose con otra chica, ha desaparecido. A partir de ahí, se iniciará una investigación que hará tambalear las vidas de los jóvenes. 

Esta es la historia que cuenta As Neves, el debut en el largo de la cineasta gallega Sonia Méndez, un thriller rural presentado la Sección Oficial del pasado Festival de Málaga y que este viernes 10 de mayo llega a los cines. A partir de esa desaparición en un entorno rural (un contexto que puede recordar a la mítica serie de David Lynch, Twin Peaks, a pesar de las evidentes distancias), la película narra el viaje emocional que experimentan los adolescentes en un momento de sus vidas marcado por este suceso trágico, su miedo, su confusión, su incertidumbre, su rebeldía, sus debilidades y arrepentimientos secretos, sus tristezas y alegrías, sus pasiones enfrentadas. A través de lo particular, de lo que le sucede a un grupo de jóvenes que viven en un entorno muy concreto, en el limbo entre Internet y el aislamiento en ese entorno rural, se refleja algo colectivo: cómo entendemos hoy el mundo a través de esos dos universos, cómo a veces lo virtual y lo analógico conviven y otras chocan y uno toma fuerza mientras que el otro desaparece. Con ello, sin pretensiones moralistas y planteando preguntas sin necesidad de resolverlas, la película habla de las posibles consecuencias del enganche de los jóvenes a la redes sociales, del acoso y lo prejuicios, del miedo a no encajar, del peso de la llamada “presión de grupo”, de cómo nuestros actos tienen consecuencias, a veces inesperadas, de cómo las cosas pueden torcerse sin remedio. 

Sonia Méndez aborda temas dolorosos y complejos de forma honesta y contenida, sin arrogancia ni florituras innecesarias, acercándose con sensibilidad y humildad a los personajes en su viaje. Precisamente, es ahí donde reside una de las grandes virtudes de la película, en la sutileza, la humanidad y la falta de sensacionalismo con la que la directora explora las cuestiones que propone. También en la naturalidad, la espontaneidad y la verdad que transmiten los protagonistas, encarnados por actores no profesionales y que no abandonan en ningún momento su gallego materno, sin duda, dos de los grandes aciertos de la película. Méndez sabe narrar en imágenes, manejar el tono, la tensión, el ritmo, el suspense y las posibilidades visuales y narrativas que ofrece su relato a la vez que juega con su sentido íntimo y colectivo, con lo paradójico y la oscuridad de ciertas situaciones. 

As Neves cuenta una historia universal a través de una historia local. Lo hace desde una mirada sincera y cercana, capaz de reflejar a sus personajes tal y como son, de acompañarlos sin juzgarlos. Con ello, Sonia Méndez logra lo que parece pretender, una película sencilla, libre y emocionante, capaz de mantenernos pegados a la pantalla hasta el final, hacer que por un rato olvidemos que lo que estamos viendo es una ficción, la posible historia de otras personas, y también removernos, hacer que nos detengamos un momento y pensemos en lo que hay detrás de lo que se nos está contando. Una película modesta, sin afán de pretenciosidad, que termina revelándose como una grata sorpresa dentro de una cartelera a menudo demasiado previsible y oportunista. 

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