ALICANTE. La Dama de Elche es su descubrimiento más popular, pero el yacimiento arqueológico de La Alcudia, en Elche, contiene huellas de numerosos capítulos de la historia que se remontan cinco mil años atrás. Unas historias de la época clásica que recobrarán en parte su vida durante el Festival de Teatro Clásico de La Alcudia, que este año cumple su séptima edición. Ocho representaciones durante casi tres semanas de actividad, del 9 al 26 de julio, en las que contarán con el estreno de Clitemnestra, de Producciones Equivocadas (Madrid), además de Somni, la producción propia del Instituto Valenciano de Cultura que solo se podrá ver en esta ocasión en la provincia de Alicante.
Con la humildad y el realismo que aporta su corta pero contundente trayectoria, ponen la vista en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Porque quizá sería más fácil la organización de este certamen en cualquier otro escenario. Sin embargo, no tendría el mismo encanto. Pisar el mismo suelo que 'pisaron' los coetáneos a los que se hará alusión en las representaciones, será lo más parecido a introducirse en una máquina del tiempo que traslade al público al contexto temporal en el que suceden las tramas. Aunque no sin añadir un buen porcentaje de imaginación a cargo del interesado. Algo en lo que colaborará el atelier de Patricia Sanz con un ágape al más puro estilo 'romano' en cada función.
"Poco a poco nos vamos convirtiendo en un referente", afirmaba este martes durante la presentación del evento Faust Ripoll, director del Servicio de Cultura de la Universidad de Alicante. "Es una labor de hormiga, pero, año tras año, va quedando un poso que nos hace ir creciendo y consolidando", explicaba Ripoll. Y lo han notado a la hora de elaborar la programación, ya que ha aumentado el número de propuestas que hacen llegar las propias compañías, en lugar de salir a buscarlas. En otros casos han sido ellos los que se han fijado en la calidad para traerla hasta aquí, como ha sucedido con el clásico Hipólito, la obra de Eurípides. En esta ocasión, la versión de Isidro Timón y Emilio del Valle interpretada por Maltravieso Teatro y La Almena Producciones en el festival de Mérida llamó la atención de los organizadores del festival de La Alcudia, que querían contar con su participación. Una representación que tendrá lugar el 19 de julio.
La UA y la Fundación La Alcudia organizan este festival en colaboración con el Ayuntamiento de Elche, el Instituto Valenciano de Cultura (IVC) de la Generalitat Valenciana, la Diputación de Alicante, la Fundación Banco Sabadell y la Fundación Mutua Levante. "Queremos afianzar nuestra apuesta por este certamen y próximamente se concederá una ayuda económica que se sumará a la aportación al programa que se realiza con Somni", aseguraba Alicia Garijo, coordinadora territorial del IVC. Esta producción que cuenta con la dramaturgia de Nuria Vizcarro, basada en Sueño de una noche de verano de William Shakespeare, bajo la dirección de Juan Carrillo, se representará el 18 de julio.
A las ya mencionadas se suman Las Bacantes, de Eurípides, a cargo de Sennsa Teatro, que se representará el 25 de julio, así como el estreno absoluto de Clitemnestra, basada en las obras de Esquilo, Eurípides y Sófocles, que tendrá lugar el 26 se julio. El programa se completa durante la primera semana, del 9 al 12 de julio, con obras de distintas escuelas de teatro como el Aula de Cultura de la UA que el 10 de julio llevará hasta este recinto La Tempesta, también de William Shakespeare.
"Contar con cada vez más obras de calidad como estas ha hecho que el festival evolucione en sus cifras de público desde las doscientas cuarenta personas de la primera edición hasta las dos mil cuatrocientas de la última", afirmaba Alejandro Ramos, director de la Fundación La Alcúdia. Una evolución positiva que podrá seguir esa misma sintonía en función de la colaboraboración, tanto institucional como del sector privado. Y es que, aunque el Festival de Teatro Clásico de La Alcudia pretende ser autosuficiente, con sus cuarenta y cinco mil euros de presupuesto, cuenta con un amplio margen de crecimiento al que todavía no se ha unido el tejido empresarial de la ciudad en la que se realiza. Un dato que contrasta con la implicación de la alcoyana Fundación Mutua Levante.