ORIHUELA. La Vega Baja ha superado una semana que se recordará durante muchos años. La emergencia más acuciante ya se ha controlado, los equipos de emergencia empiezan a retirarse y queda un reto que suena alcanzable pero queda lejano: volver a la normalidad. Este viernes, el Consejo de Ministros aprobaba la declaración de "zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil", lo que antes se conocía como "zona catastrófica" y llegarán las ayudas. En concreto, aprueban mediante un Real Decreto Ley destinar 746 millones de euros para paliar daños y necesidades de los afectados por la gota fría no solo en la Vega Baja, también en el resto del país. El Consell, a su vez ha puesto en archa dos decretos de 10 millones para ayuntamientos y de 13,5 millones de euros para personas físicas, con el fin de mitigar los primeros daños. Por el momento, se calcula en 1.500 millones los daños dentro de la comarca. Orihuela ha cifrado en 530 millones de euros el impacto de las lluvias, según sus primeras estimaciones.
Sin embargo, lo que más preocupa en estos instantes es la salud pública. En muchos municipios de la Vega Baja la inquietud se traslada a la proliferación de mosquitos en las zonas de aguas estancadas. En general, en la comarca se preparan y actúan para controlar las plagas. A su vez, los restos de animales muertos, sin recoger, que se acumulan en campos y zonas inaccesibles también se están convirtiendo en un quebradero de cabeza. Solo en Dolores se han contabilizado 2.000 animales muertos, y solamente son los que tienen controlados. Todavía quedaría por ver el impacto de las muertes en las granjas o estructuras agrarias profesionalizadas. De hecho, en Orihuela Costa han aparecido cientos de ejemplares de atunes muertos, algo que no tiene que ver con la gota fría, pero que se suma a los problemas de salud pública, sobre todo en un momento de falta de recursos. La acumulación de basura sin recoger en determinados puntos y la desaparición de contenedores es otro de los problemas sanitarios que hoy se viven en la comarca.
Actualmente, desde el centro de emergencias de Dolores se lleva todo el control de la lucha contra las plagas en la zona oeste de la Vega Baja. Este viernes ya comenzaron las fumigaciones, según ha comentado el alcalde, Joaquín Hernández, pero otros munícipes han aprovechado la reunión que ha mantenido el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con todos los regidores para poner sobre aviso al Consell sobre la preocupación por la gestión sanitaria tras la catástrofe. Al parecer, la Conselleria de Sanidad ya ha tomado cartas en el asunto y está sobre aviso: la dirección general de Salud Pública es la que se encarga de coordinar el dispositivo en este campo.
En Orihuela, su alcalde, Emilio Bascuñana, asegura que la gestión de las basuras estos días se ha convertido en uno de los mayores problemas que resolver. Y es que, no solo han perdido contenedores arrastrados por las ramblas y la fuerza del agua. A ello se suman los días que no han podido recoger los desperdicios que se amontonan ahora y, también, que podrían haber perdido el 80% de los vehículos de recogida, al verse perjudicados por la venida de la rambla de Abanilla. Calculan que de unos 18 vehículos podrían quedar tres sin dañar. Asimismo, se han visto perjudicadas máquinas limpiadoras.
Desde la semana pasada, por orden del puesto de mando avanzado, la empresa Tragsa está colaborando con la recogida de materiales y enseres y con camiones de residuos. Varios ayuntamientos de Alicante, Elche o Torrevieja también han puesto medios. El ayuntamiento de Murcia, además, ayuda a la hora de recibir residuos de la ciudad oriolana en sus vertederos. Por otra parte, al igual que en otros consistorios, ya se ha puesto en marcha un plan para evitar la proliferación de mosquitos. Aún no ha comenzado en Orihuela pero habrá un tratamiento de choque para evitar que crezcan ejemplares adultos y utilizarán productos larvicidas. Semanalmente se revisarán los focos larvarios. En el caso de que aparezcan ejemplares adultos se hará una segunda actuación.
En la costa han aparecido a lo largo de varios días centenares de atunes muertos en avanzado estado de descomposición. No es un episodio que tenga que ver con las lluvias, sino de una empresa responsable de este problema. La firma ha enviado a un equipo de operarios y embarcaciones para acabar con el problema. Está recorriendo la costa para retirar los ejemplares muertos.
En Orihuela, las primeras peticiones de ayudas irán encaminadas a atender, precisamente, las situaciones de salud pública y también de restablecer los servicios básicos. La ciudad también pedirá que se restablezcan las vías de comunicación, como la autovía. También piden la reapertura de caminos y carreteras y suministros de agua potable. Además, quieren volver a la normalidad en los centros escolares y centros sanitarios. Así, pedirán ayuda para retirar los numerosos animales muertos. Cabe recordar, también, que en el albergue provisional oriolano todavía quedan 53 personas a las que hay que proveer de alimentos. Orihuela, además, solicitará ayuda para limpiar barro y repartir suministros básicos a personas que aún lo necesitan en determinados barrios y pedanías.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, mantuvo ayer una reunión con los alcaldes de los municipios de la Vega Baja para evaluar los daños causados por el temporal e impulsar la recuperación de la zona, que se centrará primero en la atención "a aquellas personas que se encuentran en peor situación y se han quedado sin lo básico".