ALICANTE. 'Serpentear' un viaje, de principio a fin, y de cabo a rabo. Este es el concepto que ha quedado fijado desde este jueves en el edificio de los nuevos apartamentos turísticos que Myflats ha ideado para la calle Bailén número 23 de Alicante. "Un recorrido en forma de serpiente, desde abajo hasta arriba, que termina en un sol. Alicante para mí es la ciudad del sol, del Mediterráneo, siempre lo digo. La aventura que hace el propio viajero, y que termina cuando este se va, al final del día", ha explicado a este diario el artista urbano original de Villena Antonyo Marest. Un trabajo inspirado en sus viajes a México, donde también aparecen flamencos, combinados a pinceladas con retazos de Miami, connotaciones de India, degradados de amaneceres y atardeceres de cualquier punto del globo terráqueo que haya pisado, en definitiva. "Es ese viaje, la aventura, que sabes que va en línea recta pero, que en algún momento, se puede torcer, y es cuando descubres cosas", añade.
¿Su mejor 'arma'? Una paleta cromática basada en la arquitectura Art Déco, con ocho colores, solamente. "Cada uno de ellos representa una situación, como la calma, el amor, la alegría, la pasión; la luz, con el amarillo, naturaleza, con verde, azul, para el agua, o los cambios de temperatura, en violeta". Estados de ánimo a todo color que él agrupa bajo el concepto de 'tropicalismo'. Una comisión privada de la empresa de apartamentos turísticos le echó el ojo al alicantino. "Es una oportunidad de tener algo mío que la gente pueda visitar en la ciudad de Alicante", insiste Marest. "Tiene una forma como de ágora, como cuando vas a Nápoles y la gente se asoma al patio, y se ven todos, en círculo. Es increíble, yo, que soy arquitecto, me he quedado impresionado de la gente que está aquí trabajando", añade.
En este sentido, el artista lamenta que su propuesta de realizar proyectos para los respectivos ayuntamientos de Alicante y de Villena durante la pandemia no haya obtenido respuesta, asegura. "Hemos insistido mucho. La gente quiere hacer cosas pero parece que solo están las fiestas patronales, lo del bombo y platillo. Aquello que verdaderamente importa, con lo que los artistas hacemos una marca fuera de la ciudad, no se nos apoya, es frustrante para los que queremos algo diferente", reconoce el artista, con 180 murales alrededor del mundo, hasta ahora, ninguno en su ciudad. "Alicante tiene derecho, y ganas, de tener una riqueza cultural, no solo para Hogueras", reitera. "Y no es que esté en contra; de hecho, me encantaría participar, experimentar haciendo una, ya que siempre se basan en cosas de Disney, o en política, pero creo que ninguna habla de la ciudad, de las personas que están ahí, con lo que haría una Hoguera que representara al pueblo", confiesa.
Con este nuevo mural en el apartamento turístico alicantino, y un encargo que acaba de realizar para una galería en un antiguo hotel en Knokke-Heist,el 'Mónaco' belga, Marest emprende una nueva aventura hacia Italia, uno de los trabajos solicitado por el Ayuntamiento de Padova. "Me hace gracia que pueblos de 8.000 habitantes en Italia tengan murales míos y Alicante no tenga ninguno", reitera. Su agenda es amplia para cuando abran las fronteras: si todo va bien, en septiembre regresará a Miami. Después, viajará a Dallas, pisará Arizona, Carolina del Norte, Nueva York, Los Ángeles, India, Dubái, Abu Dabi.
"Realmente, en el confinamiento solo paré diez días, ya que los otros estuve preparando las cuatro exposiciones que tenía, en Los Ángeles, Londres y Lisboa, que ya se han inaugurado, y otra en Madrid, prevista para octubre". Ha producido casi ochenta cuadros en lo que llevamos de pandemia y, mientras tanto, se ha dedicado a la que es otra de sus grandes pasiones, probablemente la que más: su hija, de año y medio.