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declara como testigo y apunta que Eva ortiz "le planteaba dudas que seguía y le llevaban a sitios"

Antonia Moreno sobre Brugal: "Sabíamos que algún día estaríamos sentados en un juicio; ellos también"

4/07/2019 - 

ORIHUELA. Esta semana, las declaraciones en el juicio del Caso Brugal están copadas por testigos que estuvieron, primero en la oposición y luego en el gobierno local desde 2011 a 2015. Si el martes fue el turno del exalcalde, Monserrate Guillén, ayer, la exedil socialista Antonia Moreno declaró durante toda la mañana a preguntas de Fiscalía, Acusación Particular y la Defensa en el juicio. Entre sus declaraciones, la edil manifestó que, en su etapa en la oposición oriolana, de 2007 a 2011, sospechaban del proceso del concurso y que era "difícil poder confirmar esas sospechas, pero sabíamos que un día íbamos a estar sentados aquí -en referencia a los juzgados- y ellos también lo sabían y así lo reconocían".

Sobre el mandato de 2007 a 2011, en el que la testigo recién llegó a la política, según asegura, y era la primera vez que ejercía como edil, afirma que las fuentes de información eran múltiples y que llegaban de todas partes, incluido el equipo de gobierno. Literalmente, aseguró que "había veces que me sentía como un cubo de basura, porque llegaba muchísima información, todo el mundo me quería utilizar"

En este sentido, afirmó que, a veces, llegaba información a su despacho personal del Ayuntamiento oriolano, sin que ella estuviera presente, y que apenas usaba porque pasaba días o bien en Diputación o en el despacho del grupo socialista. "Me encontraba algunas veces sobre mi mesa información que, si me era difícil contrastar, trataba de averiguar por cauces como preguntas a través del Pleno o comisiones con el fin de obtener respuestas". En otras ocasiones, afirmó, acudió a Fiscalía con determinada información para que valoraran esa autenticidad. 

Sobre las fuentes de información a las que acudía, uno de los letrados de la Defensa le preguntó que, si entre las fuentes del equipo de gobierno -cuando Mónica Lorente fue alcaldesa- la mayor parte de la información se la ofrecían personas "un poco fuera de la dirección de la propia alcaldesa, como Eva Ortiz o Araceli Vilella". Antonia Moreno contestó que "de las dos, y también de alguna persona del grupo de Lorente que tenía muchas dudas también". Insistiendo el letrado en el papel de Eva Ortiz, la testigo matizó que "no me pasaba información exactamente, me planteaba dudas que yo seguía y que me llevaban a sitios". 


Asimismo, Antonia Moreno, señaló que el momento donde sus sospechas sobre posibles amaños para conseguir la contrata de basuras se acrecentaron fue a finales de 2007, cuando vuelven a recurrir desde el Ayuntamiento de Orihuela a la UPV y al responsable de realizar la valoración de plicas anteriores, para redactar las nuevas condiciones y pliegos para una nueva contrata. Aseguró que, "trabajábamos sobre sospechas y al final vimos hilos narrativos que se construyen de forma muy clara. Detrás de eso había una tapadera para dar el concurso a Fenoll".  Hablaba de recopilación de pruebas, grabaciones y la "vinculación entre el equipo de gobierno y Ángel Fenoll, con relaciones semifamiliares". 

En este momento que se remonta a 2007, Moreno relató que "la vinculación entre Fenoll y que el concurso de 2005 quedara desierto se había instalado en nuestras cabezas. La información nos llegaba de técnicos y también de personas en el equipo de Mónica Lorente". En esos nuevos pliegos, de los que resultó ganadora la UTE formada por Sufi, Gobancast y Liasur, "nos sorprendía a veces lo burdo que era todo, como recurrir a empresas pantalla pequeñas para conseguir el concurso".

A lo largo del mandato de Mónica Lorente, en el que Moreno estuvo en la oposición, aseguró que el clima en los plenos era "de trinchera de Afganistán" y que "las sospechas que teníamos en la oposición sobre el concurso de la gestión de basuras, eran sabidas por el equipo de gobierno". De hecho, ahonda, casi todo el grueso de contenido en plenos y en ese período se lo llevó la polémica contratación del servicio de recogida y gestión de residuos en Orihuela.  

La edil situó dos plenos como claves en aquel proceso y para lo que considera relevante en el juicio de Brugal. Uno, es el pleno en el que se dejó desierta la contratación que daba la mayor puntuación a Urbaser, el 9 de noviembre de 2007. Fue un pleno extraordinario convocado por la oposición para, supuestamente, cerrar la adjudicación con Urbaser, pero que dio un giro en la misma sesión cuando el equipo de gobierno presentó una enmienda y un informe del secretario municipal para pedir que quedara desierta la contrata.  "No recuerdo una comisión informativa previa para advertirlo". Además, asegura que el informe del secretario fue "in extremis, se lo sacaron de la manga, tenía dos páginas y el día anterior no existía". Después, según el relato de la exedil socialista, se declaró desierto el concurso, y Eva Ortiz y Araceli Vilella se abstuvieron. "Desde la oposición nos levantamos y nos fuimos del pleno. Nos habían tomado el pelo y se reían y burlaban de nosotros. Fuimos al juzgado a denunciar, recuerdo el sentimiento que llevábamos, sabíamos que eso iba a pasar".

Otro pleno clave para la edil, según su testimonio ayer, fue el del 30 de septiembre de 2008, en el que se decidiría adjudicar la contrata a la UTE. Así, afirmó que su grupo votó en contra, después de hacer un recorrido cronológico del proceso "recordando grabaciones de Ángel Fenoll para reventar o no el concurso de las basuras en la época de Medina, de los que 10 de ellos todavía siguen en 2008". Aseguró que había similitudes entre ambos procesos de contratas y que "cuando Lorente era edil dijo que la adjudicación anterior estaba bajo sospecha, ahora pregunto, a qué habría que hacer caso, al informe dela UPV que daba la razón a Urbaser o al que se supone que recomendaba que quedara desierto?

Así, criticó que, dentro de la UTE que sería adjudicataria, "Liasur era una firma recién creada que se compra con urgencia para entrar a la UTE con Sufi y Gobancast se habría creado con 3.000 euros y había facturado 34.000 euros en un año. Era sospechoso darles un contrato de más de 9 millones de euros y con una duración de 15 a 20 años". En cuanto a Lorente le aseguró que estaba "bajo sospecha". 

Etapa en el Gobierno

Ya a partir de las elecciones de 2011, cuando ella entró al equipo de gobierno junto a Los Verdes y CLR, "tomé la decisión de alejarme de la contrata y todo lo que tenía que ver con la gestión. En un principio se lo adjudica CLR y luego fue un área de Los Verdes. Me alejé todo lo que pude, porque la experiencia del anterior mandato me dejó bastante afectada y sobrecargada".

Además, aseguró que compartía el criterio de resolver la contrata y que lo avaló "por higiene política y por incumplimientos técnicos. En 2010 había habido detenciones y hacía falta rescatar la contrata", señaló.

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