ELCHE. Según el informe “Las mujeres en los premios científicos en España 2009-2014”, elaborado por la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas y publicado por la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía y Competitividad, el número de mujeres galardonadas apenas supera al 10% en alguno de los 37 prestigiosos premios nacionales que analizan. Entre estos galardones, destacan los Premios BBVA, Nacionales de Investigación, Rei Jaume I, Príncipe de Asturias y Premios Lilly. La investigadora Ángela Nieto reúne tres de estas distinciones: Nacional de Investigación (2019), Rei Jaume I (2009) y Premio Lilly de investigación preclínica (2018).
Su relevante trayectoria científica y su reconocimiento internacional por sus investigaciones pioneras en el estudio de la transición epitelio-mesénquima, un proceso biológico trascendente en la comprensión del origen del cáncer y las enfermedades degenerativas del envejecimiento, ha hecho merecedora a Ángela Nieto de la última edición del Premio Nacional ‘Santiago Ramón y Cajal’ de Biología. Creados en 1982, los Premios Nacionales son el reconocimiento más importante de España en el ámbito de la investigación científica. En toda su historia, estos galardones han recaído en 106 premiados, de los que solo 11 son mujeres. En la categoría ‘Santiago Ramón y Cajal’, solo lo han recibido tres mujeres en las 15 ediciones: Margarita Salas (1999), María Blasco (2010) y Ángela Nieto (2019).
La línea de investigación llevada a cabo por Nieto ha recibido otros importantes galardones como el “Premio Carmen y Severo Ochoa” (2004), «Premio Fundación Francisco Cobos» en Investigación Biomédica (2005); “Alberto Sols” a la mejor carrera investigadora (2008), Reconocimiento al Mérito Científico de la Generalitat Valenciana (2015), Premio de Investigación Básica en Nefrología “Iñigo Álvarez de Toledo” (2016), Premio México en Ciencia y Tecnología (2017).
En los puestos de las Reales Academias, también, escasean las mujeres. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (2018), en promedio, sólo el 11,7% de los sillones de estas instituciones, once en total en España, están ocupados por mujeres. El 26 de febrero, Ángela Nieto se convertirá en la sexta mujer académica de número en la historia de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, fundada en 1847. En su discurso de investidura, la investigadora Nieto explicará cómo los embriones ayudan a la sociedad a entender enfermedades devastadoras.
Ángela Nieto es, en la actualidad, presidenta de la Sociedad Internacional de Biología del Desarrollo, miembro de la Organización Europea de Biología Molecular (EMBO) desde el 2000 y miembro de la Academia de Europa desde 2009. Dirige el grupo de Fisiopatología de los movimientos celulares en vertebrados en el Instituto de Neurociencias UMH-CSIC. Su línea principal de investigación es el estudio de la plasticidad y los movimientos celulares, tanto durante el desarrollo embrionario como en patologías del adulto, incluyendo la progresión tumoral. Con una larga trayectoria investigadora, este grupo, bajo la dirección de Nieto, ha mostrado cómo la conversión de células epiteliales en células mesenquimáticas contribuye a la formación de tejidos embrionarios, la adquisición de propiedades invasivas en tumores, la degeneración de órganos por medio de la fibrosis o el posicionamiento del corazón a la izquierda y sus implicaciones en procesos patológicos.
Autora de más de 130 artículos en revistas científicas de alto impacto, Nieto está entre los investigadores más citados internacionalmente en el área de Biología del Desarrollo. Doctorada en 1987 por la Universidad Autónoma de Madrid por su trabajo en el centro de Biología Molecular Severo Ochoa, Ángela Nieto inició su carrera postdoctoral en el Instituto de Investigaciones Biomédicas (CSIC-UAM), estudiando la muerte celular programada en linfocitos. En 1989 se trasladó al Instituto Nacional de Investigación Médica en Londres (Reino Unido), donde aisló una serie de genes involucrados en la morfogénesis del sistema nervioso, bajo la dirección de David Wilkinson. En 1993, se incorporó al Instituto Cajal de Madrid y posteriormente se trasladó al Instituto de Neurociencias, centro mixto de la UMH y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), donde realiza actualmente sus investigaciones.