ELCHE (EFE). La jugadora del Balonmano Elche y de la selección española, Ana Isabel Martínez, quien tras acabar la carrera de medicina se ha ofrecido a colaborar y luchar contra el coronavirus, afirmó a Efe que las medidas de prevención tenían que haber llegado antes ante la gravedad de la situación sanitaria.
La jugadora, que terminó la carrera en febrero, aún no ha podido obtener el título oficial por circunstancias administrativas derivadas del confinamiento y no puede ejercer en la primera línea de atención médica, pero está apuntada en la bolsa de ayuda no asistencial, en la que a través del teléfono atenderá las consultas de personas que necesiten colaboración para identificar los síntomas de la enfermedad.
“De momento no me han llamado de la bolsa y buena señal será que no lo hagan, porque eso querrá decir que la situación no ha ido a peor”, comentó Ana Martínez, quien calificó como “muy preocupantes” los más de 15.000 contagios sufridos en el sector sanitario.
“Es evidente que los que están en primera línea de batalla ante el coronavirus no están suficientemente protegidos”, denunció la jugadora, quien lamentó que “no se tomó en serio ni se le dio la importancia que merecía” a la pandemia en su principio.
La internacional española comenzó a preocuparse por la situación sanitaria cuando presenció las imágenes de China en las que se construía en un tiempo récord un hospital para atender a los miles de infectados por COVID-19.
“Fue muy impactante y en ese momento el asunto te da vueltas la cabeza. Eso ya te genera alarma y te preocupa”, recordó la internacional, quien tomó conciencia definitiva de la gravedad de la situación el 13 de marzo, cuando se suspendió la concentración de la selección española en Llíria.
“Ahí ya te das cuenta de que la situación por días era cada vez más grave y que estás en una tesitura de riesgo real”, explicó la ilicitana, quien insistió en que muchas medidas de prevención y protección “tenían que haber llegado antes, porque se habrían evitado muchos contagios”.
Ana Martínez, que apenas ha salido tres veces de su casa para comprar durante la cuarentena, asumió con tristeza que la cifra de contagios y fallecimientos aún subirá de forma notable en los próximos días, pero confió en que poco a poco se logre reconducir la situación sanitaria.
La jugadora internacional confesó que ha aprovechado sus conocimientos médicos para insistir a sus familiares y amigos en la importancia del confinamiento como medida esencial para reducir los contagios y admitió que durante esta cuarentena apenas piensa en su otra faceta como deportista.
“La salud y la vida prevalecen por encima del balonmano y de lo que sea”, afirmó la jugadora, que sí que admitió que el parón de la competición por la pandemia llegó en un momento dulce de su equipo, segundo en la Liga y clasificado para la fase final de la Copa de la Reina.
“No sé si hubiéramos ganado algún título, pero las sensaciones eran las de que cada vez estábamos jugando mejor y más compenetradas. Pero lo importante ahora no es el balonmano”, sentenció.