ALMORADÍ. La ciudadanía de Almoradí guarda en su memoria dos momentos históricos marcados por el desastre. Uno de ellos se ha transmitido de generación en generación desde hace 191 años, el terremoto de 1829 que asoló varios pueblos de la comarca. Uno de ellos, Almoradí. Con una intensidad de IX-X, el seísmo más destructivo en la Comunidad Valenciana, que dejó en el suelo al municipio. Razón por la cual, la ordenación urbana se levantó con calles perpendiculares. El otro momento histórico se ha vivido en primera persona: las inundaciones de septiembre y la rotura de la mota del río, que dejó al municipio sin agua corriente durante días.
Diez pueblos en la Vega Baja están catalogados con riesgo alto de inundación y como la mayoría de los municipios de la provincia de Alicante, también en materia sísmica. En junio, el concejal de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Almoradí, Alfonso García retomó el proyecto para la redacción del Plan Territorial Municipal frente a Emergencias del municipio de Almoradí. Con la llegada de la DANA el proceso de elaboración se vio ralentizado, también, como asegura García, fue necesario una readaptación a nuevas normativas.
Antes de su aprobación, uno de los requisitos es la exposición pública. El 28 de febrero se anunció en el Boletín Oficial de la Provincia que quedaba expuesto para que cualquier persona pudiera consultarlo, examinar el expediente y presentar las alegaciones y sugerencias que considerara oportunas. Pero quedó suspendido el 14 de marzo de 2020 por la declaración del estado de alarma en el que se paralizaban todos los trámites administrativos.
Desde la concejalía se han hecho las consultas a los órganos y administraciones pertinentes para obtener la aprobación de retomar el transcurso del plazo. En un decreto firmado por alcaldía con fecha de 9 de abril, disponía continuar la tramitación del procedimiento, quedando por lo tanto un plazo restante de 10 días hábiles. El martes, 14 de abril, el Boletín Oficial de la Provincia lo hacía público.
Almoradí es uno de los diez municipios de la Vega Baja cuyo riesgo de inundación es alto, y se convertiría en el tercero en contar con un plan de emergencias. Ya cuentan con uno Orihuela y Benejúzar.
El documento consta de 78 páginas. Recoge las actuaciones y cómo deben adoptarse ante una emergencia, de inundación, sísmica, accidente grave y transporte de mercancía peligrosa. Recoge los servicios municipales que dispone, cómo crear la estructura de coordinación de la emergencia y el puesto de mando con todos los agentes que operan en la emergencia.
Una de las particularidades es la incorporación, al resto de sistemas de aviso a la población, el volteo de campanas de la iglesia. También especifica que el punto principal de concentración son las instalaciones deportivas del Pabellón Municipal de Deportes Venancio Costa y como complemento, todos los colegios y el Club de Tenis. En cuanto a albergues para evacuados se emplearía también el pabellón Venancio Costa -capacidad de 4.800 personas, la Ciudad Deportiva, el colegio Santa María de la Huerta (1.400 personas), colegio Pascual Andreu (2.000 personas), colegio Manuel de Torres (5.000 personas) y el colegio Canales y Martínez (4.800 personas).
"Es una herramienta muy necesaria e importante para que si hace falta en un futuro cuenten con ella [quien ocupe el cargo]" afirma Alfonso García. De este documento, matriz, surgirá un plan específico para inundaciones y otro para seísmos.
Desde el grupo municipal socialista señalan que "entendemos como algo positivo que el plan de emergencia continúe con su proceso de aprobación, lamentamos, sin embargo, que PP y Cs no acabasen este plan en la anterior legislatura y Almoradí enfrentase las inundaciones de septiembre de 2019 sin un plan de emergencia". Por su parte el grupo municipal de Izquierda Unida consideran positivo que se hayan atendido sus sugerencias y se hayan incluido en el plan.
El próximo paso es la aprobación en pleno. El edil de Seguridad confirma que no está incluido en el orden del día del pleno del mes de abril por lo que se debatirá en el de mayo. El de abril se celebrará, según comenta García, con una modalidad semipresencial y haciendo uso de las butacas del público para cumplir la distancia de seguridad.