ALICANTE. Xavier López (Alicante, 1986) ganó las elecciones internas y se convirtió en el primer candidato de Podemos a la Alcaldía de Alicante, en el proceso de primarias desarrollado entre noviembre y diciembre. Ocupa la plaza de aspirante más joven de entre las cinco grandes candidaturas que compiten por el control del Ayuntamiento. Con todo, le ha dado tiempo de acumular militancia y experiencia política en otros partidos de la izquierda, como PSPV y Compromís. Él ya ha dado su explicación al respecto, al apuntar que en ese periodo en el que estuvo vinculado a otras formaciones no existía Podemos.
Renuncia a que su candidatura se vincule a Guanyar, aunque sí admite el aprendizaje que proporciona su experiencia. Y aporta un discurso moderado, sin revoluciones drásticas que pudiesen haberse planteado en el pasado, quizá tras pasar por el tamiz de la realidad y tener que enfrentarse a una remontanda, contra el retroceso que vaticinaban las encuestas conocidas antes de las generales y del regreso de Pablo Iglesias a la escena pública. Sobre su horizonte electoral es claro: el objetivo fundamental es que se pueda repetir un gobierno de corte progresista.
Así, su pronóstico de resultados en las urnas coincide con el reparto de escaños del sondeo publicado por Alicante Plaza: PSPV-PSOE, 10 concejales; PP, 6; Cs, 5; Unides Podem EU, 5; Compromís, 3, y Vox, 1.
-Primera experiencia oficial de Podemos en las municipales, a ocho años de distancia del 15-M. ¿Qué resultado sería un éxito y cuál sería un fracaso?
-Es la primera vez que Podemos se presenta a las municipales en Alicante. Tenemos expectativas altas en volver a repetir un gobierno del cambio en la ciudad y consideramos que reeditar o que vuelva a haber un gobierno que ponga a las personas primero en las políticas municipales, va a ser un éxito.
-Cómo candidato de la nueva confluencia, ¿se considera heredero directo de Guanyar y asume su legado al 100%?
-Guanyar y Unides Podem son dos cuestiones totalmente diferentes. Es verdad que hay un partido, EU, que formó parte de Guanyar; una formación de la que asumimos la experiencia política durante estos cuatro años de gestión y lo que se ha aprendido en cuanto a los errores que se han podido cometer en el anterior tripartito. Pero somos diferentes.
-Entonces, ¿marca distancias?
-Sí.
-¿Sobre qué en concreto?, ¿qué es lo que no comparte?
-No es una cuestión de lo que no comparto respecto a políticas, sino en cuanto a cómo se gestionó la divergencia en el anterior gobierno tripartito. Creo que hacía falta mucho más diálogo, empatía y capacidad para entenderse.
-¿Por parte de Guanyar?
-No, por parte de los tres (socios).
-La formación de la candidatura conjunta entre Podemos y EU no ha sido fácil por la resistencia de algunos sectores de los dos partidos. ¿Cree que había intención de que no fraguase y, en ese caso, por qué?
-No, no había ningún tipo de intención para que no fraguara. Al final, cuando se forma una coalición... EU y Podemos compartimos muchas cuestiones pero al final somos dos partidos diferentes. Por lo tanto, a la hora de acordar ir juntos a las elecciones tenemos que acordar ejes programáticos y otro tipo de cuestiones que tienen que ver con la gestión del grupo municipal, que conllevan ciertos roces y ciertas rencillas, pero no creo que hubiese ningún tipo de operación para que esto no fraguara. Al menos dentro de Podemos. No puedo concretar dentro de EU.
-En el primer debate de campaña, abogó abiertamente por reeditar un pacto de progreso. ¿Ve posible una alianza con el PSPV-PSOE después de casi dos años de recelos y conflictos como los que se registraron en el tripartito?
-Creo que Paco Sanguino [candidato socialista] representa algo diferente a lo que representaba Echávarri y por tanto con él puede ser más sencillo hablar y llegar a acuerdos. Abogamos por un gobierno del cambio con las fuerzas de izquierda de la ciudad y por tanto sí estamos dispuestos a entendernos tanto con ellos como con Compromís.
-¿A cualquier precio, sin condiciones?
-A cualquier precio, no. Lo primero que tenemos que ver es qué vamos a hacer, qué queremos. Me gustaría que, una vez pasadas las elecciones, se concretase qué políticas vamos a llevar a cabo durante los cuatro años, y sobretodo, disponer de medidas de evaluación de esas políticas: si se están cumpliendo, y si no es así, por qué, y poner soluciones para poder abordarlo. Ese debe ser el precio.
-Es decir que las condiciones son coincidencia de programa y de proyecto..
-Claro. Qué vamos a hacer en la ciudad, para qué vamos a hacer una coalición de partidos para lograr un gobierno, no para repartirnos concejalías, sino para acordar políticas.
-Acaba de decir que no se trata de un reparto de sillas. En 2015, la Alcaldía fue para el PSOE, con igual número de concejales que Guanyar. Si esta vez hay empate, ¿exigirá la Alcaldía?
-En 2015, empataron [puntualiza]. No lo vamos a adelantar. Si esta vez hay empate... Para Podemos, el objetivo es convertirse en la primera fuerza política de la ciudad. Para eso trabajamos todos los días. Una vez que sepamos los resultados, analizaremos. Pero desde luego, donde se tiene que decidir la Alcaldía de Alicante es en la ciudad de Alicante. Lo que no vamos a permitir es que vuelva a decidirse en los despachos de València y en función de un cambio de cromos con otras alcaldías como los de la propia ciudad. Para eso sí vamos a pedir que Compromís no se ponga de perfil en este caso y entonces, analizados los resultados electorales, veremos cómo pactamos la Alcaldía. Hay fórmulas como una Alcaldía rotatoria que a nosotros nos parecen interesantes.
"Donde se tiene que decidir la Alcaldía de Alicante es en la ciudad de Alicante. Lo que no vamos a permitir es que vuelva a decidirse en los despachos de València y en función de un cambio de cromos"
-Hasta el momento, usted es el único candidato que ha planteado introducir el modelo de gestión directa en algunos servicios municipales. ¿Puede justificar esa propuesta? Es decir, ¿por qué es mejor ese modelo?
-Lo que hemos dicho es que vamos a estudiar la gestión directa de los contratos. Ahora estamos fuera del Ayuntamiento y nos faltan muchísimos datos para hacer una propuesta muy concreta sobre en qué condiciones se podrían remunicipalizar determinados servicios. Cuando estemos dentro, vamos a encargar un estudio para ver qué posibilidades hay. Nuestro objetivo obviamente es que al final los servicios pasen a ser municipalizados. No entiendo por qué se defiende por parte de todas las fuerzas progresistas de una manera clara la educación pública o la sanidad pública y, sin embargo, cuando hablamos de basura hay muchas más resistencias a que podamos asumir esa gestión. Una vez analizados eso datos, veremos qué tipo de pliego y de propuesta podemos hacer para la finalización del contrato de la basura y el de los autobuses, que son los más grandes y los que caducan en breves fechas. Si no se puede abordar en este momento la gestión directa, vamos a trabajar para que los futuros pliegos puedan ir en esa dirección en un plazo de tiempo medio.
-Veo un mensaje más contenido, más prudencia, menos radicalidad y extremismo. No sé si hay un 'viraje al centro', un cambio respecto a Guanyar o incluso respecto al propio Podemos...
-No lo sé. Lo que sí hay es una cuestión prioritaria: que no vamos a prometer nada que no podamos cumplir. No puedo decir que vamos a gestionar de manera directa los servicios y ser contundente con eso, y dentro de cuatro años, ver que, por cuestiones que tengan que ver con imposibilidad económica, con trabas burocráticas o con temas de judicializaciones, presentarme dentro de cuatro años con un fracaso en ese ámbito. Tengo que trabajar para que poco a poco los servicios se vayan remunicipalizando, pero tengo que ver en qué condiciones se encuentran y darnos un tiempo prudencial.