ALICANTE. Los todocaminos siguen ganando terreno a todo tipo de vehículos y, si hasta el momento los mayores damnificados eran los compactos y las berlinas, ahora en el centro de su diana están los familiares de siete plazas.
Las cada vez menores ventas de monovolumenes en el canal particular -siempre les quedarán los de alquiler (rent a car) y los de empresas- han hecho a los fabricantes buscarles un sustituto.
¿Y cuál ha sido la mejor opción que se les ha ocurrido?. Utilizar al socorrido todocamino o crossover para suplirles.
Son numerosas las opciones que hay ahora, en algunos casos ha bastado con alargarles las carrocerías -lo que no ha sido fácil para no romper con el diseño inicial- y en otros se ha creado un vehículo nuevo.
El primero de los casos ocupa al vehículo que ha analizado Efe, el Tiguan Allspace, que parte del Tiguan a secas y que es el primer SUV de Volkswagen en ofrecer siete plazas.
El primero ha crecido respecto al segundo en unos 20 centímetros, con lo que tiene una longitud de 4,70 metros, frente a los 4,50 del Tiguan.
¿Y dónde han ido a parar esos 20 centímetros más?. Pues principalmente al espacio dedicado a los pasajeros de la segunda y la tercera fila.
En el caso de la segunda, la puerta es más grande y su grado de apertura mayor, lo que facilita enormemente el acceso al vehículo de personas mayores o de niños. También la colocación de un sistema de retención infantil o de su ocupante.
La banqueta de esta segunda fila está diseñada para tres personas en una proporción 60:40. Se desplaza longitudinalmente unos 180 milímetros para dar más espacio al maletero o para que los dos ocupantes de la tercera fila puedan pasar a ella.