ELCHE. El concejal de Turismo, Carles Molina, ha presentado esta mañana la solicitud del Arroz con Costra como Bien de Interés Cultural (BIC) inmaterial. Junto a Molina han estado presentes el presidente de la Asociación de Amigos del Arroz con Costra, Francisco Campos, y el historiador y experto por la Universidad de Alicante en arroces y alta comida mediterránea, Salvador Castaño.
“Tras el acuerdo adoptado por la Junta de Gobierno Local para solicitar a la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte la declaración del Arroz con Costra como Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Comunitat Valenciana, Visitelche ha elaborado la documentación requerida para realizar esta solicitud”, ha explicado Molina quien ha añadido que “para ello, hemos contado con la colaboración de la Asociación de Amigos del Arroz con Costra, por ser la entidad que vela por el respeto de las tradiciones gastronómicas de la ciudad y con la del investigador Salvador Castaño, que ha realizado un pormenorizado estudio de los orígenes históricos de esta receta”.
Carles Molina ha indicado que el objetivo de esta iniciativa es poner en valor este plato que forma parte de la tradición gastronómica ilicitana.
La decisión de solicitar esta figura para la protección del plato se fundamenta en la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano, que establece que serán declarados bienes de interés cultural inmaterial aquellas actividades, creaciones, conocimientos, prácticas, usos y técnicas que constituyen las manifestaciones más representativas y valiosas de la cultura y los modos de vida tradicionales de los valencianos, así como los bienes inmateriales que sean expresiones de las tradiciones del pueblo valenciano en sus manifestaciones musicales, artísticas, gastronómicas o de ocio y en especial aquellas que han sido objeto de transmisión oral, y las que mantienen y potencian el uso del valenciano.
“En este sentido, el arroz con costra es el plato por excelencia de la gastronomía ilicitana y con el que más se identifica la ciudad, cuyas técnicas y procesos de elaboración se han transmitido de generación en generación”, ha apuntado el edil, quien ha añadido que “en definitiva, no se trata simplemente de un alimento, sino de cómo este alimento se ha convertido en un símbolo de nuestro modo de vida. Su significado va más allá de una simple comida, constituyendo el reflejo de nuestras costumbres y un ejemplo de manifestación de nuestra cultura”.