ALICANTE. Ulises de López, activista cultural, autor de cómic, entre otros con su álter ego Shoyu, editor a través del sello Sugoi, en el que ha publicado autores como Surco Valbuena, Roberto Corroto, o ha emprendido la tarea de recuperar las ‘obras perdidas’ de Jan, el creador de Superlópez, ha emprendido una nueva aventura llamada La Hormiga Poeta, una intervención social de recogida gratuita de libros y otros enseres de papel, para su posterior distribución en diferentes bibliotecas públicas y colegios, en un principio en la provincia de Alicante, con intención de llegar a toda España. Los presupuestos para libros son limitados y con este proyecto quieren darle una segunda oportunidad a los libros que ya han sido utilizados y hacerlos llegar a donde aún los necesitan.
“Cuando pensamos nombres, mi personaje favorito de Superlópez es la Hormiga Poeta, que sólo sale en una de sus historias, El castillo de arena, y que cuando vuelve a salir, al cabo de tres álbumes, está muerta, sólo aparece su tumba. Me entristeció un montón, le escribí a Jan y le dije ‘la has matado, era mi favorita’, a lo que me respondió ‘¿cuanto crees que vive una hormiga?’. Aparecía en una historia en la que se critican los vertidos radioactivos en el desierto, y esta hormiga, en lugar de hacerse gigante y seguir siendo un bicho normal, se convierte en poeta y, con el tamaño de una persona normal, devora libros, pero antes de devorarlos, se los lee, y se pasa el día recitando a Mallarmé o Gloria Fuertes. Como dice Superlópez, es un poco plomazo, pero es simpática. Le pregunté a Jan, le expliqué el proyecto, y me dijo que podía utilizar la imagen de la Hormiga sin problema”, comenta Ulises.