ALICANTE. La Conselleria de Transición Ecológica toma nota tras las críticas vertidas por la Plataforma por un Puerto Sostenible y se abre a modificar la autorización de emisiones a la atmósfera (AEA) concedida a Eiffage para el funcionamiento de la nueva terminal específica para el tratamiento de graneles en naves cerradas en el Puerto de Alicante.
Fuentes de la Conselleria indicaron este jueves que los servicios centrales de la Dirección General de Calidad Ambiental estudiarán el recurso de alzada anunciado por la plataforma vecinal "al objeto de dar la máxima satisfacción a todas las partes implicadas en el proceso". La revisión del permiso se produciría, así, después de que el colectivo compuesto por asociaciones vecinales, AMPAs, agrupaciones ecologistas y sindicatos, alertasen de la permisividad contemplada a través de la autorización de emisiones para que se produzca la carga y descarga de graneles al aire libre (es decir, en el exterior de la nave cerrada) cuando se registren situaciones "no normales".
En concreto, según subraya la plataforma, en la autorización autonómica se contempla permitir la operativa a cielo abierto en los casos en los que se produzca una avería en las instalaciones de la nave cerrada, cuando se maneje materiales de importación (graneles que vengan en barco y se descarguen en el muelle) o "siempre que se supere la capacidad operativa de la nave. Es decir, que a pleno rendimiento de la misma, se pueda continuar amontonando y cargando fuera de ella".
A juicio del colectivo, ese permiso vulnera los escenarios de excepción que prevé el Decreto 228/2018, artículo 9, punto d, como las situaciones de fugas, averías, paradas temporales o cierre definitivo. Y, al tiempo, se establece que en esos supuestos se deben adoptar "medidas orientadas a la prevención de la contaminación ambiental".
Además, la plataforma recuerda que el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) validó la orden de suspensión de la actividad decretada, precisamente, por el Consell en diciembre de 2017, tras constatar que se habían producido acopios (amontonamientos) de graneles que excedían la altura de los muros pantalla habilitados frente a la propagación de partículas al entorno. Y que, en consecuencia, se podían repetir esas situaciones en lo sucesivo si se mantenía la permisividad sobre esos supuestos "no normales".