ALICANTE. Alicante vive por primera vez una experiencia de innovación abierta que conecta directamente a la ciudadanía con los procesos de investigación, desarrollo e innovación de las empresas. Este hito se enmarca en el proyecto europeo CO-VALUE (Citizen Engagement for Knowledge Valorisation), una iniciativa que busca transformar la manera en que se genera valor a partir del conocimiento implicando a la sociedad en el diseño de soluciones tecnológicas y sostenibles. El Parque Científico de Alicante (PCA), como socio del consorcio europeo, desempeña un papel decisivo al coordinar a siete empresas del ecosistema alicantino y facilitar su interacción con la ciudadanía a través de una metodología específica para la co-creación.
El proyecto participó este año en Alicante Futura Summit, un evento seleccionado como sede oficial de actividades de la Semana Europea de las Regiones y Ciudades, el principal encuentro de la Unión Europea sobre desarrollo territorial. La elección de Alicante refuerza el papel creciente de la ciudad como laboratorio europeo de innovación colaborativa, un espacio donde convergen empresa, ciencia y ciudadanía para generar valor público. CO-VALUE está demostrando por primera vez en Alicante que cualquier persona puede contribuir de forma efectiva a los procesos de I+D junto a las empresas, y que esta colaboración aporta beneficios reales a las propias empresas.
El corazón del proyecto son los talleres de co-creación, sesiones de dos horas guiadas por facilitadores profesionales que permiten a la ciudadanía participar de forma activa en los procesos innovadores de las empresas. En Alicante, bajo la coordinación del PCA, se han desplegado varios pilotos simultáneos en ámbitos estratégicos como el aprovechamiento de datos, el uso de drones, la ciberseguridad, la inteligencia artificial y los materiales biodegradables o reciclados. Cada empresa organiza tres talleres con grupos de doce participantes. En el primero se generan ideas de manera abierta, en el segundo el personal técnico de la empresa se integra para desarrollarlas y en el tercero se prototipan las propuestas seleccionadas y se evalúa su viabilidad, asegurando que la creatividad ciudadana se traduzca en soluciones concretas y aprovechables. Esta metodología, diseñada por la consultora belga StickyDot y adaptada a la realidad local por el PCA, garantiza que las empresas puedan nutrirse de la inteligencia colectiva y convertirla en innovación aplicable.

- Marzia Mazzonetto, fundadora y CEO de Stickydot, y coordinadora del proyecto Co-Value
Los pilotos muestran el alcance de este enfoque. Aguas de Alicante está desarrollando un sistema para medir y fomentar el ahorro de agua en los hogares mediante datos en tiempo real, integrando sugerencias ciudadanas orientadas a promover hábitos de consumo responsable. En el ámbito de la economía circular, las startups del PCA Solublion y Fych Technologies trabajan con la ciudadanía en el diseño de productos basados en plásticos reciclados o biodegradables, mientras que la EGM de Atalayas explora nuevas vías para la economía circular en un área industrial. En innovación digital, la empresa del PCA, Golden Owl mejora sus sistemas de detección de fraude online incorporando la experiencia de personas afectadas por estafas. A su vez, InferIA Solutions desarrolla asistentes virtuales inteligentes sumando la perspectiva de los residentes locales en su diseño, y la empresa Weitec, especializada en drones y sensores, integra las preocupaciones ciudadanas sobre privacidad y seguridad en el desarrollo de sus tecnologías.
CO-VALUE también se despliega en la región italiana de Emilia-Romaña de la mano de la Fundazione Giannino Bassetti y ART-ER, con pilotos como REMEDY, centrado en dispositivos de monitorización remota de pacientes, y MOVERT, orientado a drones de despegue vertical para movilidad urbana y reparto de mercancías. La experiencia conjunta demuestra que la colaboración entre ciencia, empresas y ciudadanía puede convertir el conocimiento en soluciones que responden a necesidades reales y contribuir a un modelo de innovación más abierto, responsable y sostenible. Si los pilotos en Alicante y Emilia-Romaña culminan con éxito, CO-VALUE podría consolidarse como un referente europeo en la creación de valor compartido basado en la participación ciudadana.