ALICANTE. La política y socióloga Cristina Monge (Zaragoza, 1975) fue la invitada de este año para la tradicional entrevista del evento de Alicante Plaza en la presentación del anuario 'Tierra de Empresas'. De la mano del director del diario, Miquel González, Monge analizó algunas claves para abordar la sostenibilidad desde una perspectiva integral y transversal, no solo en el ámbito de lo estrictamente más centrado con el medio ambiente, sino también desde el plano empresarial y económico. En ese sentido, y apegado a la realidad del territorio alicantino, caracterizado por una potente vertiente exportadora, para Monge una de las claves en este contexto de incertidumbre global está claro: "la estrategia clave para ser sostenible pasa por diversificar".
Precisamente al hilo del anuario que destacó por el amplio análisis, destacaba que este pone mucho el foco en ese ámbito exportador y en otras cuestiones claves como la "resiliencia". Entiende que al igual que con la política, las alianzas y estrategias para las empresas tienen cada vez menos que ver con cuestiones ideológicas y cada vez más con los mercados. "Hay un cambio de eje". Y en este, con escenarios que hace cuatro o cinco años eran impensables, recomienda "abrir todos los horizontes que sean posibles y no depender de nada ni de nadie".
El peligro de orientarse solo a un único mercado
Mucho menos de un mercado único; "es cuando más vulnerable se es". La doctora por la Universidad de Zaragoza entiende que en un momento de orden o certidumbre, exportar y orientarse hacia uno o dos mercados puede ser suficiente, pero a día de hoy con la inestabilidad geopolítica, "una estraegia clave para mantener la sostenibilidad de la empresa pasa por diversificar".

- Monge, durante la entrevista - Foto: RAFA MOLINA
"Lo más importante que hay que hacer es saber leer el momento, y es lo más difícil", subrayaba a preguntas del director de Alicante Plaza. "Yo sé que para una pyme es complicado invertir, anticiparte a lo que va a pasar. Pero aunque son pymes y tienen músculo, hay estructuras colectivas a las que adherirse como las cámaras de comercio, asociaciones empresariales y demás para poder generar esa resiliencia".
Lo ecológico no está reñido con lo económico
Previamente, la politóloga, sociólga y profesora, especializada en democracia, sostenibilidad y transición ecológica, diseccionaba qué entender por sostenible, subrayando que aunque siempre se han enfrentado conceptos como la ecología y la economía, para ella, nada más lejos de la realidad. Como ejemplo clarividente, planteaba, "¿cuándo es la zona del Mar Menor más boyante, cuando hay mayor riqueza del ecosistema o cuando se tiene que limitar la explotación de los recursos por su estado?". Destacaba por tanto que las empresas no viven al margen de la sociedad y que dependen del ecosistema.
"Una empresa que está inserta en una sociedad sana, más equitativa, con menos desigualdades y un medio ambiente que sigue haciendo posible la economía, tiene muchas más opciones de crecer". Esto es, en última instancia, lo que a su juicio debería entender una empresa por sostenibilidad: "La garantía de que pueda haber un futuro". Ya en el plano más técnico o 'ambiental', Monge esgrime que de forma evidente, una mejor gestión de la energía que consume una compañía, sus ciclos internos y procesos de economía circular permiten un ahorro de costes directo. E incluso apunta que "la sostenibilidad se ve ya como una opción de desarrollo de negocio dentro de la empresa. Se ve como un vector donde es posible desarrollar nuevas líneas de producto, no solo para ser más eficientes, sino para obtener productos que sean más responsables con el medio ambiente".

- Mucha atención durante el diálogo con Monge - Foto: RAFA MOLINA
La agilidad de la pequeña empresa frente al 'elefante' de las grandes
Ahora bien, aunque para una pequeña y mediana empresa va a tener más dificultades por las inversiones respecto a la más grande, presenta varias ventajas. "Las decisiones son más ágiles de tomar y ejecutar. Por contra, estos cambios en las grandes empresas son grandes elefantes, cuando su movimiento se hace tiene mucho impacto, pero cuesta muchísimo hacerlo". Mientras que las pymes conocen muy bien el territorio y saben en qué momento se encuentran. Asumía Monge que las decisiones además "cada vez cuestan menos", aunque sea de forma relativa, menos que hace diez años, pero la tendencia va hacia ese abaratamiento.
Y de ello también pasa, como le preguntaba González, por que "la administración pública acompañe en esos casos de transción. En una transición justa", recalcaba Monge. Aunque en España se piensa en la minería de esas transiciones justas, recuerda que ver también con el sector agrícola o con "esas pymes que quieren plantear transformaciones que tienen que ver con ese paradigma pero no pueden aplicarlo".

- Cristina Monge defiende la agilidad de las pymes frente a las grandes firmas - Foto: RAFA MOLINA
Y además de la administración pública, planteaba la politóloga que "el sistema financiero engrasa el motor del sistema económico. Todas las piezas tienen que trabajar en la misma dirección". Como ejemplos y retos de futuro, el vehículo eléctrico, "pero no solo para vender coches, sino para cambiar la movilidad del futuro". Una vez que se han aplicado cambios tecnológicos, innovadores, hay pacto social entre patronal y trabajadores, "llega la parte financiera para engrasar".
Aunque estos cambios suponen disrupciones y ello suele conllevar históricamente reticencias culturales, advierte que "las transiciones en la historia nunca son una línea recta entre dos puntos. Es un camino lleno de curvas". Ahora bien, "es la primera vez que se hace una transición de estas dimensiones, tenemos margen para corregir, pero cuanto antes nos equivoquemos, mejor".
Claridad y gobernanza
Por ello la administración debe estar vigilante, y para Monge más que la transparencia en estos retos hay un factor clave: la claridad. Que se expliquen estos cambios y que se puedan entender. Para Monge, estos cambios "redundan de forma clarísima en el clima de la empresa y eso se percibe, pero ha de ser una transición, algo progresivo; la revolución es un vendaval". Todos son aspectos, como el de la claridad, que se están abordando en la clean transition que se habla desde Europa. La digitalización, el mejor uso de los recursos para una mayor sostenibilidad deben ir a la par.
Especialmente ahora que hay sobre la mesa cuestiones como los boom de instalaciones intensivas en recursos, "y esto tiene el riesgo de que se vuelva del revés". Por eso, en términos de gobernanza, entiende que la tecnología "debe ayudarnos a vivir mejor, no que estemos al servicio de esa tecnología. Y eso pasa por gobernar esa tecnología". Y hacía referencia a las grandes compañías. "Internet es el nuevo espacio, pero no es público, está sujeto a quienes dominan la red, y hay que abordarlo con urgencia".
Del consenso tras la II GM al multilateralismo
Ampliando el plano, y para moverse en un mundo global, Monge recuerda que ha pasado mucho en este primer cuarto de siglo del Siglo XXI, "desde la crisis financiera, al atentado a las Torres Gemelas, pasando por la pandemia, la invasión de Ucrania, un genocidio en Gaza, la revolución digital y la tecnológica que subyace a todo". Mencionando también la ruptura de la cadena de suministro, mostrando la fuerte interdependencia con el ejemplo del carguero atrapado en el canal de Suez y cómo ello afectó al mercado global de microchips y por tanto a la industria en todo el mundo. "Vivimos un marco de cambios muy importantes".

- Foto: RAFA MOLINA
Y en esa situación, destacaba además que todo tiene lugar en un momento en el que distintas fuerzas políticas "ponen en la picota el orden internacional de la II Guerra Mundial, que tampoco era idílico, partiendo ya con fallos de su diseño, pero mantenía las formas y no se discutía el orden". Hoy el multilateralismo está cuestionando ese orden. "Y cada vez con más apoyo de la población incluso de Occidente, el más beneficiado de ese orden". Poniendo de relieve el papel del aliado histórico de Europa, en referencia a EEUU, "que ha hecho pública la voluntad de desestabilización de las democracias europeas".
Monge considera que los aranceles son la punta del iceberg, y que de fondo hay factores más graves como el "cuestionamiento del sistema internacional", que está provocando la reconfiguración de bloques y la ruptura de la globalización. "Han saltado por los aires todos sus ámbitos y aunque se hablaba del retraimiento de la economía, de momento no está sucediendo, pero esos escenarios que hace 4-5 años no pintaríamos en el mapa de riesgo, hoy están en el centro del escenario", matiza.
Un nuevo ciclo electoral en 2026
Por último, y en su faceta como politóloga, el director del diario le dedicó un último bloque a la política doméstica. Sobre qué esperar de cara al año que viene, por lo pronto ya advierte que hay todo un carrusel electoral que empieza en unos días en Extremadura y que seguirá a Castilla y León, probablemente Aragón y después Andalucía. "Llega un nuevo ciclo electoral con cambios muy relevantes en el electrorado, con momento de desencanto y descontento máximo".
Algo que a juicio de Cristina Monge no llega solo por los desafectos con la política, que no es nuevo, "sino por cómo se mueven las placas de los dos bloques". Si tradicionalmente los dos ejes que dominaban la política en España eran izquierda y derecha, ahora suma otros dos: cabreo (que Vox recoge por la derecha y que por la izquierda no está claro), y el territorio. En este sentido, apuntaba a que aunque hay más fragmentación en la izquierda, "en la ultraderecha también empieza a ocurrir". De ella añadía que es quien más está beneficiándose de esa desafección y del cabreo.

- Foto: RAFA MOLINA
Aunque eso sí, advierte que el territorio importa cada vez más, "no se vota iugal en ciudad que e rural; en la zona costera que en zonas vaciadas", y que en estos momentos de cambios y retos grandilocuentes, "tenemos a identificamos con lo identitario. Con mi sitio, los Teruel Existe, Soria Ya... Empiezan a ser miradas con entusiasmo del electorado". Y ponía sobre la mesa algún dato de mucho interés como que aunque el 15M fue en 2011, sus cambios se notaron en 2015. "Y desde entonces, ha muerto un partido y ha nacido otro. Estamos bastante lejos de estabilizar lo que podría ser el mapa del sistema de partidos tradicional (1978-2015)". En definitiva, y como decía Monge mencionando a Bob Dylan, the times they are a-changin; los tiempos están cambiando.
La panorámica económica que ofrece Tierra de Empresas no habría sido posible sin el apoyo de partners indispensables como BMW – Benigar, Grupo Cooperativo Cajamar, Facephi, Generalitat Valenciana, Grupo Cívica, Mindden Soft Tech, Imed Hospitales y Chocolates Marcos Tonda. Además, también han colaborado Cámara de Alicante, Carmencita, la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Veolia, el Parque Científico de Alicante, Aena - Aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández, Casa Mediterráneo, Grupo Hozono Global, Nobo Centro Avanzado de Empresas, Raúl Asencio Pastelerías y Telefónica.