VALÈNCIA. Tienen mucho que aprender de nosotros. La tendencia de convertir sucesos en documentales de autor se está haciendo mucho mejor en España que en otros países. Lo prueba Hovedmistænkt - Madeline McCann-sagen, traducido como ¿Quién mató a Madeleine?, en HBO Max, que no llega ni de lejos al nivel de calidad fotográfica y de producción de los que se están haciendo aquí con el caso Wanninkhof, Alcasser o Marta del Castillo. Este documental, de factura danesa, se diferencia bien poco de los típicos de crímenes que inundan la TDT, lo cual no quiere decir que no sean interesantes, pero carecen de una producción cara que los eleve.
Lo más curioso de este es cómo, nada más empezar, los entrevistados echan pestes de Portugal. Si es el lugar idóneo para que un pederasta pase desapercibido, si los alemanes son los mejores de Europa a la hora de investigar un caso y llevarlo a los tribunales. Todo pronunciado literalmente y sin atisbo de vergüenza. Justo según escribo estas líneas me llega el anuncio del último ensayo que ha traducido Capitán Swing, Por qué los alemanes lo hacen mejor, de John Kampfner. Quizá sea yo el que esté loco y mi escepticismo con las bondades del norte global sean fruto del aislamiento o una percepción distorsionada.
El resto del documental no se puede decir que sea una investigación general del caso propiamente dicha, sino un seguimiento de los pasos del que es actualmente el máximo sospechoso, Christian B, un execrable personaje. La policía alemana le encontró una tarjeta con ocho mil fotografías de él cometiendo abusos incluso a animales. Ahora mismo está encarcelado acusado de la violación de una mujer de 72 años en Praia da Luz, el mismo lugar donde desapareció Madeleine McCann.