ALICANTE. En la práctica, dada la situación expuesta en la primera parte de este artículo, ¿qué es lo que a nuestro nivel de ciudadanía media podemos hacer? Como activista me asaltan todas las dudas, y como Persona Humana me siento tan desorientada y desbordada como la inmensa mayoría de quienes me estáis leyendo ahora mismo. Pero también siento y me invade tanta furia como para rebelarme contra las cosas que no son como deberían ser.
Lo único que me puedo plantear en este momento, dadas estas circunstancias de regresión de valores éticos y sociales que ahora mismo la Humanidad vive a nivel mundial e intentando evitar caer en teorías marcianas de dominguera ociosa, es darme cuenta de que Occidente y los valores que representa necesitan un enorme lavado de cara y un laborioso rearme ético y pedagógico, simplemente por nuestra propia supervivencia. ¿Y esto, cómo se hace?