Bueno, ya estamos en el día decisivo. Esta noche conoceremos los ganadores de las elecciones municipales, pero no los futuros alcaldes. Muy pocos sabrán si ostentarán la vara de mando hasta el próximo 15, día de la constitución de las corporaciones y elección de alcaldes. Este domingo se celebra la segunda vuelta, pero la definitiva es dentro de tres semanas.
Es importante hacer esta aseveración porque en muchas ciudades y municipios hay cosas abiertas, por no decir que muy abiertas, con tres aspirantes con posibilidades. Es el caso de Alicante ciudad.
Ha habido detalles importantes. En el caso del PP ha estado muy claro: campaña de Luis Barcala, calle y barrios; goteo de propuestas, y exhibiendo la solvencia de la gestión; el PSOE de Sanguino, más bien de colectivos prescriptores, más allá del acto grande -el único- de Pedro Sánchez, y los anuncios flash para generar atención, sobre todo, en materia de vivienda; Compromís ha alternado barrios y colectivos, intentado ofrecer estabilidad y experiencia, la de tener el único líder que repite de 2015 y tiene la doble experiencia de haber estado en el Gobierno y en la oposición; Unidas Podemos ha explotado la frescura de su líder, Xavi López, y Ciudadanos, ha hecho una campaña muy diferenciada entre las dos semanas. En la primera, muy activa, y en la segunda, muy de perfil bajo, quizás a sabiendas que las encuestas le dan un margen sobre el PP que podría ser decisivo a la hora de ir a una elección. De ahí que Mari Carmen Sánchez no entrara al trapo con Barcala en el segundo debate televisivo. El PP, en cambio, viene pensando desde el domingo pasado que ya no hay sorpasso. De Vox poco podemos decir: una comparecencia pública para marcar perfil local, y poco más.