ALICANTE. Segundo intento. La empresa Puerta del Mar y Ocio, gestora de la conocida sala de fiestas Marmarela, persiste en su propósito de ajustar el proyecto de marina deportiva promovida entre los muelles 10 y 14 del Puerto de Alicante con la intención de dar cabida al atraque de megayates, con esloras de hasta 50 metros. Así, acaba de registrar una nueva solicitud de modificación de la concesión que le fue adjudicada finalmente en octubre de 2020 (en un concurso que no tuvo que disputar con ninguna otra oferta competidora) con el fin de que se dé amparo a los cambios introducidos en el proyecto.
En esta ocasión, la petición se produce sin que se demande una ampliación del plazo de explotación del que dispone en la actualidad, por diez años de duración. Ese fue el motivo que llevó al consejo de administración del Puerto a rechazar su primera solicitud, el pasado mes de octubre. Como informó Alicante Plaza entonces, Puerta del Mar y Ocio había planteado que se ampliase su concesión durante otros cinco años adicionales para poder amortizar la inversión extra que se prevé acometer con los cambios en el proyecto. En concreto, con esa modificación, el presupuesto estimado para la construcción de las instalaciones de la nueva marina tanto en tierra como sobre la lámina de agua se eleva de 10 a 15 millones.
No obstante, el consejo rechazó esa pretensión tras concluir que no procedía conceder ninguna extensión del plazo concesional cuando cualquier adjudicatario no haya agotado al menos un tercio del periodo de la explotación inicial, en función de lo previsto en el Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante (TRPEMM). No obstante, en esa resolución, el consejo del Puerto emplazaba a Puerta del Mar y Ocio a volver a presentar su propuesta de modificación -si seguía interesada en ella- pero sin vincular los cambios a introducir en el proyecto a la petición de más tiempo de concesión respecto a la que tenía asignada. En todo caso, la posibilidad de tramitar esa petición de ampliación siempre podría quedar aplazada a futuro, en cuanto haya transcurrido ese tercio de la concesión contemplado en la ley (en este caso, algo más de tres años).
Así, lejos de renunciar, ese es, en definitiva, el paso que la empresa ha decidido dar ahora con el registro de una nueva solicitud de modificación sustancial de la concesión en la medida en que se mantiene el objetivo pretendido: que la nueva marina deportiva pueda convertirse en un referente para las embarcaciones de gran tamaño en el arco mediterráneo, con el consiguiente efecto de atracción para un turismo de lujo, según se concreta en la memoria del proyecto.
De este modo, según fuentes de la compañía consultadas, la propuesta mantiene, a grandes rasgos, los mismos parámetros del planteamiento inicial con el propósito de dar cabida al atraque de al menos 8 barcos de más de 50 metros de eslora; otros 8 para embarcaciones con esloras de 40 metros; 20 para yates de 30 metros; 22 de 8 y 18 de menos de 8. En esta línea, la propuesta mantiene las dimensiones básicas de su concesión original, por la que la empresa pasaba a disponer de un total de 88.030 metros cuadrados: 67.231 correspondientes a espacio de agua y 20.799 en superficie, en los que se incluían 748 metros lineales de los tres muelles.