Plaza Inmobiliaria

Visoren encarga a Bertolín y Archs la construcción de 330 VPO para alquiler del concurso de suelo del Botànic

Se trata de un lote con seis pastillas en la provincia de Alicante

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VALÈNCIA. La compañía Visoren, una de las adjudicatarias de suelo del concurso que adjudicó en la pasada legislatura el Consell de Ximo Puig, ha encargado a la UTE Bertolín-Archs la construcción de las 330 viviendas de protección pública en régimen de alquiler asequible que se asignó. Unos proyectos que serán energéticamente eficientes y se levantarán en seis solares distribuidos en diferentes puntos de la provincia de Alicante: cuatro están en el sector de L'Alquería del municipio de Sant Joan d'Alacant y otros dos, en San Vicente del Raspeig.

Estas nuevas promociones forman parte de la convocatoria de derechos de superficie, que licitó y adjudicó el gobierno autonómico del Botànic, y que estaba formada por 17 suelos públicos, divididos en tres lotes, para 1.090 viviendas públicas en régimen de alquiler asequible. El programa contaba con 54 millones de euros de fondos europeos, que obligan a que esos inmuebles estén finalizados en junio de 2026, por lo que el tiempo apremia. A la licitación únicamente se presentó la UTE Visoren-Urbania, que optó a los tres paquetes, pero problemas de forma en la redacción del pliego de condiciones provocaron un gran embrollo jurídico, que ha tenido que desatascar el actual gobierno de Carlos Mazón y que ha retrasado el inicio de las obras. 

Estas empresas se repartieron el desarrollo de los suelos y finalmente renunciaron a la construcción del último lote, con cerca de 390 unidades en la provincia de Valencia. De este modo, Urbania acometerá el primer lote, con cerca de 315 inmuebles, y Visoren, el segundo, para otras 330. Unas obras que en este último caso arrancaron a finales de julio y cuyos trabajos se han encomendado a las constructoras Bertolín y Archs, según ha podido saber este diario. Por otro lado, el diseño arquitectónico corre a cargo de Urbanitree SLP, el estudio liderado por los arquitectos Vicente Guallart y Daniel Ibáñez.

Una de las condiciones del pliego era impulsar una nueva generación de vivienda pública sostenible, asequible y adaptada al clima mediterráneo. En total, los seis proyectos suman una superficie total de más de 50.000 metros cuadrados construidos, que incluirán garajes, locales comerciales y zonas comunes. Estos residenciales se han incluido en el 'Plan Vive' de la Generalitat, que aspira a levantar 10.000 nuevas viviendas públicas en la Comunitat esta legislatura.

En concreto, en Sant Joan d’Alacant, el proyecto se desarrollará en el sector de L’Alqueria, donde se levantarán 290 viviendas distribuidas en cuatro parcelas. En total, la actuación se acometerá sobre una superficie de 43.000 metros cuadrados e incluirá viviendas de uno, dos y tres dormitorios. Todas ellas contarán con plaza de garaje y una dotación de locales comerciales en planta baja, además de un espacio comunitario pensado para el uso compartido de los residentes.

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Por su parte, en San Vicente del Raspeig, la promoción se ubicará en la calle La Huerta, sobre dos parcelas que albergarán 40 viviendas con 7.000 metros cuadrados construidos. Al igual que en Sant Joan, las tipologías contemplan viviendas de uno, dos y tres dormitorios, con plaza de garaje y local comercial, contribuyendo a ampliar la oferta de vivienda asequible en régimen de alquiler en el área metropolitana de Alicante.

Un modelo arquitectónico basado en la eficiencia

El proyecto se articula en torno a una idea sencilla pero potente: usar la arquitectura como herramienta climática. El planteamiento tipológico parte de la vivienda de corredor, una tipología histórica del litoral mediterráneo que permite generar viviendas pasantes, abiertas a dos orientaciones y capaces de ventilarse de forma cruzada.

A partir de un sistema modular flexible, el edificio permite configurar viviendas de una, dos o tres habitaciones con un mismo módulo estructural. Esta versatilidad es posible gracias a la similar proporción entre los dormitorios principales y secundarios, facilitando múltiples combinaciones y adaptaciones sin alterar la lógica del conjunto.

Entre las soluciones más destacadas se encuentran la relectura de la persiana alicantina como elemento de control solar, los voladizos sombreados que también actúan como espacios de encuentro vecinal y la incorporación de patios ingleses que permiten ventilar e iluminar naturalmente los aparcamientos subterráneos.

Además, el edificio incorpora tecnologías activas eficientes, con instalaciones fotovoltaicas en cubierta que alimentan las zonas comunes y sistemas individuales de aerotermia en cada vivienda para climatización y agua caliente.

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