El concejal de Fiestas y Partidas Rurales de Alicante, Manuel Jiménez, se ha visto obligado a dimitir de sus áreas tras unos asuntillos malolientes relacionados con adjudicaciones menores. Una pérgola para la partida de La Alcoraya encargada a un empresario que previamente le hizo unas reformas en su edificio, un empresario que a su vez es compañero de la Hoguera Florida-Portazgo a la que pertenece el edil, el mismo que durante siete años presidió laFederació de Fogueres, justo hasta que Luis Barcala lo fichó en 2019 para la lista municipal del PP en un puesto destacado. Después de la pérgola han salido otra retahíla de contratos menores para la rotulación de varias pedanías, adjudicados a amiganchis de Florida-Portazgo: una hoguera que por lo visto es casi un lobby: echemos unas gotas de humor a este drama en el que el propio alcalde se hizo un monumental lío en los primeros y segundos momentos. Lo defiendo a muerte, lo medio defiendo, me lo cargo de la lista electoral como finalmente ha ocurrido.
Lo de Jiménez, el guardián de las esencias de las fiestas fogueriles, pirotecnias incluidas a dos palmos del conjunto monumental de Bañulsen la plaza de los Luceros, es una mera anécdota porque asuntos como el suyo recorren la política por toda España. No es una excepción. Lo que no puede ser de ninguna manera pretexto justificativo: mal de muchos, consuelo de tontos.
¿Ha cometido alguna ilegalidad Jimémez? No lo sé y casi que ya ni me importa. ¿Es bonito lo que ha hecho? No. Absolutamente no. Menos estético me ha parecido la argumentación del concejal: todo es fruto de una "persecución orquestada", fórmula socorrida donde las haya. Si hay persecución "orquestada" acto seguido hay que explicitar quién es la orquesta, o las orquestas, que lo han puesto en este tremendo brete inquisitorial (persecución). Asegura que lo hará en el próximo pleno: destapará si el complot proviene de fuego amigo, el PP, de la Hoguera Florida-Portazgo, de la oposición, o de fuego supuestamente neutro (funcionarios): alguno de ellos acudió el pasado lunes al Información para reventarle la carrera política, que tampoco es una carrera para presidir la ONU.
Me gustaría saber qué opina en su fuero interno Miguel Castelló, repescado por la alcaldable socialista Ana Barceló en un puesto de salida, el seis. Castelló: Licenciado en Filosofía, apasionado de las fiestas populares y miembro que fue de la Federació de Fogueres; un hombre sensato, sereno. Y cualificado. Lo debatía la otra noche con amigos, y lo he debatido hasta la saciedad siempre, cómo se echa de menos en las listas municipales, también en las autonómicas, a gente preparada (y con oficio previo). La política como medio de vida, no como fin de servir a la comunidad. Las fiestas populares, subvencionadas en buena medida, como juguete de instrumentalización política...¡ay!
