ALICANTE. Para estar orgullosos, ahora le cuento por qué. Ocurrió en esa España que se asomaba con timidez a una nueva forma de entender su existencia. En ese panorama algunos intrépidos e inquietos aportaban maneras para aprovechar cierto aperturismo del régimen y abrir las fronteras al conocimiento, musical en este caso. Era la España de 1972, la de los últimos años del franquismo.
El suceso que hoy le narro en esta crónica, y los que vinieron después, fueron fruto de una tertulia, de la reunión de un grupo de amigos (entre ellos mis padres Pascual y Mª José) que decidieron emprender una aventura cultural que ha dado un resultado colosal en el tiempo. Aficionados a la música de Vivaldi o de Bach, de Mozart o de Beethoven, de Oscar Esplá o de Manuel de Falla, quisieron dedicar parte de su tiempo -de forma altruista- para iniciar una nueva asociación. Le pusieron el nombre de Sociedad de Conciertos de Alicante, que cumple 50 años de andadura no exenta de dificultades, pero también llena de muchas satisfacciones. Y, ahora, con alguna incertidumbre. Seguidamente me explico, ya verá.
Por fin llegó el día de dar a conocer su iniciativa. Despertaron mucho interés en la sociedad alicantina con la emoción de los que lo habían dado todo por conseguirlo y la expectación de quienes se impacientaban por ver el resultado. Porque motivar a la sociedad civil y tener el número de socios imprescindible para hacer viable este proyecto, fue un gran esfuerzo de todos y un éxito colectivo. Porque involucrar a la administración pública, a la Caja de Ahorros de Alicante, al Teatro Principal, a instituciones culturales y educativas, fue un gran logro local. Porque emprender –para cumplir después- el propósito de traer a los músicos más importantes del mundo a la Sociedad de Conciertos de Alicante, no sería tarea fácil.
“Ayer tarde, públicamente, se procedió a la constitución de la Sociedad de Conciertos de Alicante. (…) Un sueño acariciado durante años y años por muchos, muchos corazones alicantinos, la urgencia y pura necesidad de conquistar para nuestra ciudad un lugar propio, y significado, entre las ciudades musicales de España”. Así lo contaba Ernesto Contreras en el periódico Información de Alicante en su edición del 19 de abril de 1972.
La primera Junta Directiva estuvo compuesta por Margarita Berenguer de Ramón-Borja, como Presidenta; Pascual Ribelles, Vice Presidente; Rafael Beltrán Dupuy, Secretario; Andreu de León, Tesorero; así como los vocales Pepa Gomis, Pascual Rosser Marín (mi padre), Francisco Bernabeu y Antonio Vázquez. Reunidos en el hotel Carton ante las autoridades locales más importantes, entre ellos el alcalde Ramón Malluguiza Rodríguez, iniciaban una larga andadura con la interpretación de la música clásica como antes nunca nadie pudo imaginar en la ciudad de Alicante.
Contreras siguió contando en su artículo lo acontecido en ese solemne acto en el que “Rafael Beltrán Dupuy leyó el acta constitucional” de esta asociación. A continuación, se dieron noticias: “que Oscar Esplá era Presidente de Honor de la Sociedad neonata y que se nombraba Socio de Honor a título póstumo a Gonzalo Soriano, el insigne pianista alicantino. Y Pascual Rosser, uno de los pioneros de esta hermosa aventura musical, dio lectura de una carta abierta a Gonzalo Soriano”. Permita que reproduzca sólo algunas de sus sentidas frases después de conocido el fallecimiento de Soriano por un brutal y mortífero infarto en Madrid. “…Para nosotros hablar de ti, Gonzalo, era hablar de la música. Porque para nosotros no se podía desligar tu persona de la música en Alicante. Recordábamos tu último concierto (en la capital alicantina), tu interpretación irrepetible de Haydin, ése tú rasguear el piano cuando tocabas a Falla. Recordábamos tu entusiasmo cuando, cenando después, te hablábamos de nuestros proyectos de crear una sociedad de conciertos en Alicante. Nos habías prometido venir a inaugurarla en octubre. (…) En ese concierto íbamos a ofrecerte el homenaje que Alicante aún no te había hecho y te debía. (…) Podemos decirte que esta Sociedad existe ya, que tu ilusión no era un sueño y que anoche, en medio de la ilusión entrañable de todos tus amigos, te hemos recordado y nombrado socio de honor”.