Opinión

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¿Quién gana y quién pierde en el PSPV provincial de Alicante?

Publicado: 06/04/2025 ·06:00
Actualizado: 06/04/2025 · 07:44
  • En primer término, Rubén Alfaro.
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A priori podríamos decir que el congreso del PSPV de Alicante ha sido un éxito. Es verdad que no había rival derrotado, pero la nueva dirección que dirige Rubén Alfaro ha salido aprobada por un 96% de los votos de los delegados presentes en el cónclave celebrado en Alcoy. Y bueno, más o menos, el ambiente que se respiraba este sábado era de optimismo, y de alegría entre las diferentes delegaciones locales. Pero el acuerdo tiene muchos matices. Al final, la nueva dirección no deja de ser un equilibrio de contrapesos, pero que deja a unos en posiciones de desventaja en la influencia que pueda tener la futura elección. Pese a la importancia que se le da, después el día a día es otro y la influencia es más relativa de lo que pueda parecer. En este caso, se ha optado por una dirección amplía, de 56 miembros, en el que están representados todas las comarcas y los grupos de presión. Como se decía este sábado en los pasillos del Parque Tecnológico de Rodes, es más una posición simbólica, pero que, y lo admito, da cuenta de la influencia que tiene cada cual, en este momento. Hay acuerdo total, pero también cabe decirlo: estuvo a punto de romperse en la madrugada del viernes.

Comenzando por lo mollar. De las grandes patas que sustentan esta dirección -las agrupaciones de Elche, Elda y l'Alfàs del Pi-, la ilicitana es la que sale con más rasguños. Además de la presidencia, esperaba algo más de peso, como la secretaría de Política Institucional, que ha ido a parar a la agrupación de Alcoy, pero en la parte que está alineada con la cúpula provincial. Pero, al parecer, la alternativa de nombres de Elche fue limitada.

En un segundo plano, las vicesecretarías. La gran vencedera es Bárbara Soler, de Torrevieja, porque logra una visibilidad inédita hasta ahora -será además portavoz- para una agrupación históricamente sin protagonismo, y además, es un aviso a lo que pueda pasar en el futuro en la comarca de la Vega Baja. Se trata de una apuesta personal del propio Alfaro.

La presencia de Quico Fenollar, el delfín de Ángel Franco, y de Trini Amorós, la apuesta de Ana Barceló, son dos cargos que se anulan entre sí. Poner a Fenollar es satisfacer a Franco, algo que entre el sanchismo más puro (especialmente en la agrupación local de Alicante) no habrá caído nada bien, pero su nombramiento se contrapesa con el de Trini Amorós, del ximismo, también, más puro. Quizás tocaba que otra comarca hubiera tenido más protagonismo en estos puestos, pero en el encaje de fuerzas ha querido que sea así. Y en cambio, ha diluido otros perfiles en la secretarías, que no dejan de ser una reparto equitativo de la pedrea congresual. Veremos si Fenollar es otro conejo que el Juan Tamarit socialista se ha sacado de la chistera, o algo más, dentro de su catálogo de oportunidades.

Así que el congreso deja varias conclusiones. A priori, todo bien. Buen rollo. En segundo lugar, se ha confeccionado una ejecutiva de 56 miembros que, reconocido por muchos, será bastante inoperativa. Al final, el PSPV provincial se verá obligado a crear una comisión permanente más reducida y que sea -o que lo intente- más operativa. Es verdad que su principal papel, más allá de los posicionamientos políticos, en determinadas situaciones, será validar listas y candidatos antes de los comicios locales de 2027, y elegir cargos y autorizar pactos, pero después de la cita electoral de las municipales. 

Pero lo que parece claro es que la política, y más en el PSPV, las cosas cambian, aunque los protagonismos sean los mismos. El liderazgo es nuevo, el de Rubén Alfaro. Hace tres años, con el sanchismo on fire, fue el de Alejandro Soler, y hace ocho, el de José Chulvi porque el dedo divino de Ximo Puig así lo quiso. Justamente, hace ocho años, Alfaro (y también la agrupación de Alicante, entonces en la Alcaldía) fue el gran derrotado. Esto ahora se olvida, pero un 17 de diciembre de 2017, Alfaro y Franco cenaban sin consuelo en el bar Merengue de Alicante. Habían quedado fuera de todo en el tercer congreso provincial de los socialistas. Pese a ser presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, nadie tuvo reparo del hoy líder socialista. Para que vean las vueltas que da esto. Quizás, su momento era de 2017, pero le ha tocado el de 2025, con una secretaría general de su generación, Diana Morant, que por lo menos ha empezado a levantar el tono en los actos. Si alguien se fue ayer desilusionado de Alcoy que piense que no siempre se puede ganar. Y si no, que se acuerde de Alfaro -como en su día Soler-, que estuvieron en la más absoluta soledad. Son otros tiempos, para quien no lo entienda.

FOTOGALERÍA CONGRESO PROVINCIAL DEL PSPV 2017

FOTOGALERÍA CONGRESO PROVINCIAL DEL PSPV 2022

  • Rubén Alfaro, en el congreso de 2017. -

 

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