A las puertas de 2026, las tensiones económicas vuelven a poner a prueba la capacidad de adaptación del tejido empresarial. La inflación, los costes operativos y la burocracia siguen presionando las cuentas empresariales. Cada ajuste presupuestario obliga a priorizar con mayor rigor. Sin embargo, en ese escenario de optimización financiera, hay un riesgo que no deja margen de error ni admite recortes: la ciberseguridad.
Cada periodo de inestabilidad económica va acompañado, casi matemáticamente, de un aumento de ciberataques. Los ciberdelincuentes operan como cualquier otra industria: analizan el mercado y saben detectar cuándo una empresa reduce recursos o relaja sus controles. Cuando se recorta en personal técnico, formación o renovación de licencias, se abre una brecha invisible que tarde o temprano termina siendo explotada. Las cifras avalan esta correlación: en 2024, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) gestionó en España 97.348 incidentes de ciberseguridad, un 16,6% más que el año anterior, de los cuales un 32,4% afectaron directamente a empresas.
La nueva era de la amenaza: IA contra IA
Hoy los ataques ya no dependen tanto de la fuerza bruta como de la inteligencia algorítmica. La Inteligencia Artificial ha transformado el panorama de forma tan profunda como irreversible. Voces falsificadas que autorizan pagos, imitaciones de identidades biométricas o mensajes digitales indistinguibles de los reales son ya parte del día a día. La tecnología se ha democratizado para todos, incluidos los atacantes.
La defensa tradicional basada en antivirus estáticos es obsoleta"
Las estimaciones globales sitúan el impacto económico del cibercrimen en torno a 9,5 billones de euros en 2024, considerando daños operativos, robos de datos, interrupciones de negocio y sanciones regulatorias. Ante esto, la defensa tradicional basada en antivirus estáticos es obsoleta. Sabemos que, para combatir a una IA ofensiva necesitamos una IA defensiva. Los sistemas modernos de monitorización deben ser capaces de detectar anomalías de comportamiento anómalos en tiempo real, no solo firmas de virus conocidos, anticipándose a patrones que no existían hace apenas unos meses.
La seguridad invisible: el desarrollo de software seguro
A menudo, los directivos siguen entendiendo la seguridad como un escudo externo, ajeno al núcleo del negocio, pero olvidan que la vulnerabilidad suele estar en sus aplicaciones y su software a medida que sostiene la operativa diaria.
En un entorno donde la transformación digital empuja a las empresas a desarrollar sus propias herramientas, el principio de "Security by Design" (Seguridad desde el Diseño) se vuelve crítico. Ya no basta con desarrollar software funcional y atractivo; el código debe nacer seguro. Un error en la arquitectura de una API o una base de datos mal configurada en un desarrollo personalizado puede ser más devastador que un correo de phishing.
Integrar la ciberseguridad en el ciclo de vida del desarrollo (DevSecOps) no solo reduce riesgos, sino que ahorra costes enormes en parches y reingeniería posterior. La calidad del software en 2026 no se medirá solo por su velocidad o usabilidad, sino por su robustez ante ataques.
El riesgo industrial y la cadena de suministro
Las vulnerabilidades no se limitan al entorno de oficina. En el segundo trimestre de 2025, el 19,4% de los ordenadores de sistemas de control industrial en España detectaron y bloquearon intentos de ciberataque, una cifra alineada con la media del sur de Europa, donde el correo electrónico fue el vector de ataque más utilizado. Esto evidencia que sectores industriales y de infraestructuras críticas siguen siendo un objetivo prioritario.
La pregunta que todo CEO debe hacerse no es solo "¿Cómo evito que entren?", sino "¿Cuánto tiempo tardo en levantar mi empresa si logran entrar?"
Pero hay un factor adicional que marcará la agenda de 2026: la seguridad de la cadena de suministro. Con la plena transposición de la Directiva NIS2 a las legislaciones nacionales europeas, la seguridad de la cadena de suministro pasa a ser una obligación explícita: las organizaciones críticas deben evaluar y exigir niveles de ciberseguridad adecuados a sus proveedores tecnológicos y de servicios. Las grandes corporaciones están empezando a auditar a sus colaboradores tecnológicos y de servicios. Si tu empresa no cumple con estándares elevados de ciberseguridad, corre el riesgo de ser expulsada del mercado, no por un ataque, sino por falta de elegibilidad comercial.
De la prevención a la resiliencia operativa
Debemos ser realistas: el riesgo cero no existe. Por ello, el cambio de mentalidad que propongo para 2026 es pasar de la obsesión por el "bloqueo" a la estrategia de la resiliencia.
La pregunta que todo CEO debe hacerse no es solo "¿Cómo evito que entren?", sino "¿Cuánto tiempo tardo en levantar mi empresa si logran entrar?". Aquí es donde los sistemas informáticos y las copias de seguridad inmutables juegan su papel estelar. Un plan de continuidad de negocio bien diseñado puede ser la diferencia entre una anécdota desagradable de 24 horas y el cierre definitivo de la compañía tras un ataque de ransomware.
Conclusión: una decisión de liderazgo
2026 marcará un punto de inflexión definitivo. Las empresas que entiendan que la ciberseguridad es una inversión estratégica y un habilitador de negocio serán las que lideren con estabilidad. Las demás quedarán expuestas a pérdidas directas, sanciones por incumplimiento normativo o daños reputacionales difíciles de reparar.
Defendemos una visión holística: la seguridad no es un módulo aislado. Converge con el desarrollo de software de calidad, se apoya en sistemas informáticos resilientes y se comunica a través de un marketing honesto que pone en valor la confianza. La prevención, la actualización continua y la cultura digital son las claves para proteger el valor real de una organización: su información, sus operaciones y la confianza de sus clientes.
La ciberseguridad debe entenderse como el cimiento sobre el que se construye el crecimiento, especialmente en periodos de incertidumbre.
Isidoro López Briones
Gerente Gowtech