“Habla, Pueblo, Habla” fue el estribillo de la canción del grupo Vino Tinto que acompañó a la primera gran votación en España en el año 1976, inicio del proceso democrático. Una canción que invitaba al pueblo a votar y resuena en mi cabeza mientras el sustituto Pérez Llorca se erige como President de la Generalitat valenciana con los votos de Vox, a precio de relato racista, machista, negacionista y clasista. 49 años después y algunas voces recuerdan en exceso a los que n aquel entonces defendían el No.
Después de todo lo ocurrido, no queremos más de lo mismo, exigimos votar.
¿Y quién es este Pérez Llorca recién estrenado President? Pues es la persona que lleva dos años diciéndole que sí a todo a Vox sin pestañear en les Corts, de ahí que el acuerdo de investidura haya sido tan sencillo. Vox puede fiarse de quien no ha dudado en firmar la eliminación sin trámite de enmiendas de comisiones como la de Derechos Humanos, Igualdad, LGTBI o participación, por ejemplo. Comisiones que cuentan con múltiples iniciativas de Compromís que demandan ser debatidas y nunca lo serán gracias a su firma.
Es la misma persona que ha dejado al grupo mayoritario de la oposición, el PSPV, sin miembro en la Mesa de les Corts, el órgano de gobierno del parlamento valenciano, dirigido por Vox. Así, designó para ese puesto a una persona de su confianza, esposa del abogado del despacho que lleva los negocios familiares de Pérez Llorca y del Ayuntamiento que dirigía como alcalde hasta ayer, además de ser exdiputado del PP condenado en el 'caso Gürtel' a tres años y ocho meses de prisión por delito electoral y por falsedad en documento público. Un perfil político que hemos visto repetirse tantas veces en el PP.
Pérez Llorca es la misma persona que no declaró todos sus bienes en Corts como obligan las normas de transparencia, seguramente para que la gente no sepa que es millonario. Si, una de esas personas que se benefician de las medidas que propone Vox, como rebajar aún más el Impuesto sobre el Patrimonio para los muy ricos, a lo que accedió de inmediato como directo beneficiario.
Es un alcalde que al parecer asfaltó en su propio pueblo lo que consta registrado como campo de cultivo y casa de apeos para hacerse un parquin, una pérgola con dos barbacoas y una piscina, para que las fiestas en casa sean a lo grande, todo ello en terreno no urbanizable, en la falda de la montaña Puig Campana.
Estas son algunas de las lindezas del sustituto Pérez, que se ha pasado un año dirigiendo el grupo parlamentario para que los diputados del PP no dejaran de cacarear las mentiras sobre la Dana que pretenden tapar las vergüenzas del Consell del PP, Pérez es quien ha alentado a atacar a las asociaciones de víctimas y a montar una Comisión de Investigación sobre la Dana en Corts que es la máxima vergüenza del parlamento valenciano en la que precisamente aún no han comparecido las asociaciones de víctimas. Hace falta más que un mero perdón cuando durante un año has maniobrado precisamente para denigrar a las personas que más perdieron en la Dana.
Este es parte del currículo de este político con talante campechano, que te puede pedir perdón al estilo Rey Juan Carlos, ese señor que ha saqueado a los españoles durante décadas sin arrepentimiento de ningún tipo y ahora nos lo cuenta en sus memorias.
No, no le queremos de President. Queremos votar, que el pueblo hable y decida. Eso es lo que exige la democracia, pues lo ocurrido no afecta a una sola persona, no se evapora con la dimisión de Mazón, que sigue como diputado premiado con una portavocía de Comisión que el PP no piensa convocar, no fuera que le tocara trabajar. Aquel que ya está solicitando las prerrogativas de expresident sin pudor alguno. Ese es el nivel de frivolidad.
Solo hay un modo de acabar con esta etapa de mentiras y relato… en mi cabeza sigue sonando esta canción, que la serie Anatomía de un Instante, devolvió a mi memoria:
"Habla, pueblo, habla
Tuyo es el mañana
Habla y no permitas que roben tu palabra
Habla, pueblo, habla
Habla sin temor
No dejes que nadie apague tu voz"