Opinión

Opinión

Gasto público, defensa y mercados: las claves del resurgir de las bolsas europeas

Europa sorprende con su buen desempeño bursátil pese a las amenazas comerciales

Publicado: 21/03/2025 ·06:00
Actualizado: 21/03/2025 · 06:00
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

A comienzos de año, las perspectivas para las bolsas europeas eran inciertas debido a la amenaza de aranceles por parte de Trump. Sin embargo, el mercado ha mostrado un comportamiento notablemente positivo, con subidas de doble dígito en los principales índices europeos, mientras que el Nasdaq estadounidense ha registrado pérdidas cercanas al 10% en menos de tres meses.

Otro sorprendente protagonista ha sido el euro, que ha subido más de un 5% hasta acercarse al nivel de 1,10, cuando muchos analistas lo situaban por debajo de la paridad a lo largo de este año.

Por el contrario, la deuda soberana europea a medio y largo plazo ha sufrido un aumento en sus rendimientos de más de 50 puntos básicos, con las consiguientes pérdidas en precio de los bonos. Este comportamiento resulta inesperado, dado que el débil crecimiento europeo sugería un mantenimiento prolongado de tipos bajos.

Viendo la capacidad de predicción de los analistas en estos primeros meses del año cobran todo el sentido las palabras del economista JK Galbraith “La única función de la predicción económica es hacer que la astrología parezca algo más respetable”.

 

Factores detrás del movimiento del mercado

En EE.UU., el mercado confiaba en la llamada "put de Trump", es decir, la creencia de que el expresidente protegería las bolsas para no permitir caídas significativas. Sin embargo, ha sorprendido su indiferencia ante las caídas de los mercados y su silencio al ser preguntado por una posible recesión en USA.

Sin embargo, estas caídas sí que han afectado la confianza del consumidor y el consumo, exacerbado por la incertidumbre comercial. Es probable que Trump modere su discurso arancelario pronto, ya que una recesión autoinfligida sería un riesgo significativo para la economía estadounidense.

En Europa, los cambios en la política exterior de EE.UU., incluyendo la incertidumbre sobre la OTAN, han impulsado a los países europeos a incrementar el gasto en defensa. Se habla de destinar más del 2% o incluso el 3% del PIB a este sector, excluyéndolo del cómputo del déficit, estamos hablando de alrededor de 700.000 millones € en un plazo de 4 años. Como resultado, las acciones del sector defensa han subido más del 35% en lo que va del año.

Otro catalizador clave ha sido el plan del gobierno alemán de invertir 500.000 millones de euros en la próxima década, enfocados en defensa e infraestructura, sectores que han sufrido un grave deterioro tras años de austeridad. Alemania, que ha enfrentado dificultades desde el inicio del conflicto en Ucrania debido a su dependencia del gas ruso y la eliminación del carbón y la energía nuclear, ve en este cambio fiscal una oportunidad para retomar el crecimiento.

El mercado ha reaccionado con optimismo, impulsando las bolsas europeas ante la expectativa de mayor crecimiento y mejores perspectivas para las empresas. En el mercado de bonos, este escenario ha elevado las tasas de largo plazo, lo que podría ralentizar el ritmo de recortes de tipos por parte del BCE. Esto beneficia al sector financiero, que mantiene altos márgenes de intermediación al financiarse a corto plazo con tipos en descenso, mientras que los créditos a largo plazo se otorgan a tasas más altas. Además, la baja morosidad y la ausencia de impacto directo por la guerra comercial han convertido al sector bancario en otro gran ganador, con alzas superiores al 30% en el primer trimestre.

¿Qué esperar en los próximos meses?

Para que Europa mantenga este desempeño positivo, es fundamental que las medidas de estímulo se implementen y comiencen a reflejarse en los datos económicos, aún frágiles. También influirá la evolución de la economía china, cuyo repunte sigue siendo incierto pese a las medidas adoptadas desde el verano pasado.

Otro factor clave será la moderación en la subida de tipos de interés y del euro. Un encarecimiento excesivo del crédito podría perjudicar la financiación, mientras que un euro demasiado fuerte afectaría la competitividad del sector exportador, con Alemania, de nuevo, entre los más vulnerables.

Finalmente, la evolución de la economía estadounidense será determinante. Si los indicadores adelantados, como la confianza del consumidor, los PMI´s o el GDPNow de la Reserva Federal de Atlanta, siguen deteriorándose, la economía y los mercados europeos podrían verse afectados.

El mercado ha demostrado resiliencia, pero su continuidad dependerá de la ejecución efectiva de políticas económicas y de la evolución del contexto global. Europa ha sorprendido en el arranque del año, pero el reto ahora es consolidar este impulso.

Recibe toda la actualidad
Alicante Plaza

Recibe toda la actualidad de Alicante Plaza en tu correo